Revista Arte

El Gran Teatre del Liceu

Por Beldz
El Gran Teatre del Liceu, creado en 1847 en la Rambla de Barcelona, es un teatro de ópera que a lo largo de los años ha mantenido su función de centro cultural y artístico. Es uno de los símbolos de la ciudad. El Liceu tiene su origen en la Sociedad Dramática de Aficionados, creada en 1837 en el antiguo Convento de Montsió por unos miembros de la Milicia Nacional. La necesidad de crear un conservatorio de música en una Barcelona en plena expansión económica y demográfica pronto propició (1838) su conversión en el Liceo Filarmónico Dramático Barcelonés de S. M. la Reina Isabel II, que añadía al cultivo del teatro el del canto y la música a la italiana. El 4 de abril de 1847 tuvo lugar la función inaugural con una sinfonía de Joan Melcior Gomis, el drama Don Fernando el de Antequera de Ventura de la Vega, una danza de tipo andaluz titulada Rondeña, del músico Josep Jurch, y una cantata en italiano de Joan Cortada y música de Marià Obiols titulada Il Regio Imene. Esta estructura de espectáculos mixtos perduró hasta los años 80 del siglo XIX.
El éxito del Liceo Filarmónico, junto con la voluntad de un grupo de destacados miembros de la burguesía barcelonesa dirigido por Joaquim de Gispert i d’Anglí, llevaron a la construcción de un nuevo y ambicioso teatro, digno de la importancia de la ciudad, que ha perdurado a lo largo de más de un siglo y medio, en el solar del antiguo Convento de los trinitarios de la Rambla. El primer edificio, inaugurado solemnemente el 4 de abril de 1847, fue construido según los planos del arquitecto Miquel Garriga i Roca, pronto ayudado por Josep Oriol Mestres. El 14 de abril de 1861 se declaró un incendio, que destruyó totalmente la sala y el escenario. La reconstrucción, bajo la responsabilidad de Josep O. Mestres, en la tónica del primer edificio, solo duró un año. El Liceu se reabrió el 20 de abril de 1862. La función social del Teatro como brillante aparador de la burguesía industrial y financiera de la Barcelona de la época lo convirtió en símbolo de esta oligarquía y en uno de los puntos de mira de los movimientos de revolución social del momento, liderados por el anarquismo: el 7 de noviembre de 1893, en la función inaugural de la temporada, mientras se representaba el Guillaume Tell de Rossini, el anarquista Santiago Salvador lanzó dos bombas Orsini sobre la platea, de las que solo explotó una, causando una veintena de muertos.
El incendio del 31 de enero de 1994, que destruyó la sala y el escenario, causó un impacto emocional extraordinario en la sociedad catalana y replanteó de modo radical la propia existencia del Teatro. A fin de poder reconstruir, mejorar y ampliar este emblemático edificio, se hizo necesario un nuevo enfoque jurídico con miras a su titularidad pública: se creó la Fundación del Gran Teatre del Liceu (1994), y la Sociedad del Gran Teatre del Liceu hizo la cesión de la propiedad al Consorci del Gran Teatre del Liceu, integrado exclusivamente por las administraciones públicas. A partir del preexistente proyecto de Reforma y Ampliación de Ignasi de Solà-Morales (de 1986, al que se sumaron en 1988 Xavier Fabré y Lluís Dilmé), se realizó la reconstrucción, y el nuevo Liceu —con una apariencia fiel al anterior pero dotado de una infraestructura técnica muy avanzada y ampliado con los solares vecinos de la Rambla, calle Sant Pau y calle Unió — abrió sus puertas el 7 de octubre de 1999.
El Gran Teatre del Liceu
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Ubicación geográfica
El Gran Teatre del Liceu
Visita: mayo de 2013
Información extraída de: www.liceubarcelona.cat

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