Recuperamos hoy la sección EL GRITO METALLIKO, destinada a sonidos algo más duros y metalicos de lo que os tengo acostumbrados. Y como siempre, Master Angel se encarga de ello. Hasta me ha preparado un logo para dicha sección. Esta vez, crónica del concierto de Farland y Enforcer hace una semana. A leer y disfrutar;
Llevaba ya varios años sin aparecer por la Excalibur Metal, un reducto en el que nos refugiábamos unos colegas y un servidor en las noches de sábado; y de repente, ya estaba de nuevo allí, no sin antes pasar apuros para poder llegar, puesto que la policía local, ese viernes 5 de abril, había cortado la Avenida de la Albufera desde el mismo Puente de Vallecas hasta, aproximadamente, el campo del Rayo Vallecano.
La verdad es que al entrar, inspeccioné el recinto, y todo ello me remontó años atrás… Intentaba buscar las multitudes agrupadas en la pista y alrededor de las barras, pero era pronto todavía. ¿Cuál era el motivo de la vuelta “a casa” de este hijo pródigo? El concierto en que Pounding Hmc había unido un grupo de la escena emergente del thrash metal patrio con una banda venida del frío sueco que suena como lo hacía la New Wave Of British Heavy Metal, que nos dio nombres como Iron Maiden, Saxon, Def Leppard, Venom y tantos otros…
El primero de los dos grupos del cartel es Farland, una banda que basa su sonido en los principios que, en su día, escribieron los grupos de la Bay Area, es decir, fuerza y contundencia a través de veloces riffs, voces que escupen las desgracias y villanías del ser humano y todo ello aderezado por una base rítmica que hace que no puedas parar de mover tu cabeza. Si a todo ello, unimos que éste era el tercer “bolo” que daban, después del de “La Nota” de San Sebastián de los Reyes, y del realizado en “Metal Angels”, en Alcalá de Henares, en apenas dos meses y medio, dice mucho de la insistencia que tienen estos músicos por tocar en directo, algo que hoy en día, no es muy factible, y más si se tiene en cuenta que ensayan una vez al mes, por lo retirados que se encuentran sus lugares de residencia.
El quinteto, formado por el batería Juanjo Gil (ex-Omission y ex-Antigona), el bajista Juan Pascual (ex-More Rock, ex-Crienium, Rainbow in the Black), los guitarristas José María Heres (Omenomejodas) y Sergio “Mustaine” Riaño, y el vocalista David Toledano (ex-Crienium, Sabbath Rules, Marching Out, PM) toma sus respectivas posiciones, mientras suena la intro y el humo seco se encarga de hacer su trabajo, para luego iniciarnos en esta sesión rompevértebras con una muy buena cover del “Coma” de Overkill. Tras él, el primero de los temas propios “The last man” y otra versión, ésta del tema “The Inmortal”, de Vicious Rumours, que nos visitarán en breve. A esta altura de concierto, los ir y venir de Juan, José y David son constantes a lo largo y ancho de todo el escenario, algo que no puede disfrutar tanto Sergio, por los cables que unen su guitarra a amplificador y pedalera de efectos. Tras un breve descanso, David nos introduce en el siguiente tema, de cosecha propia y por nombre “Toxic friend”, uno de los favoritos del que escribe. La fórmula versión-tema propio-versión… les está dando buenos resultados, y ahora le toca el turno a uno de los grupos que pudo triunfar y, sin embargo, no llegó a hacerlo: se trata de Powermad y su “Nice dreams”, momento en que a David se le ve sonreír ampliamente al observar que la inmensa mayoría del público colocado a sus pies conoce dicho grupo y tema. “Thousand ways to die”, “Silver Bullets” y “End of Days” le siguen, en los que David intenta increpar al gentío para que se muevan un poco e inicien varios circle pits, sin que se lleguen a hacer, pero eso no amilana al grupo, y se lanzan a destrozarnos los tímpanos con lo que es una especie de himno, de declaración de principios, un tema en el que ellos mismos se califican como un “Fucking Disaster”. Se acerca el final del show y quedan dos versiones más: “Odiame” de Crienium, a los que David ni siquiera nombra, y la genial “Over the wall” de Testament, interpretada genialmente por el combo, que se retira del escenario tras una hora de sudor y mucho y frenético thrash metal, en lo que ha sido, con mucho, su mejor concierto hasta la fecha. Un grupo al que tener en cuenta en un futuro no muy lejano…
Un momento de relax, mientras que los Enforcer comenzaban con su prueba de sonido, y tras unos cigarros, volvemos a la sala, para ver que las primeras filas han sido conquistadas por miembros del sexo femenino, que parecían dispuestas a liquidar a cualquiera que se entrometiese entre ellas y el grupo (de hecho, no hay fotos de la actuación de los suecos…). Buenas canciones, pero no será un concierto que perdurará en mi memoria. No nos engañemos, y sé que habrá más de un@ que me quiera crucificar después de decir ésto, pero una banda que saca discos tan buenos como “Into the Night” (2008), “Diamonds” (2010) o el más actual “Death by Fire” no se puede permitir llegar tarde a un recinto, paralizando la marcha de todo el evento; intentar que los promotores quiten carteles de ambos lados del escenario, hasta el punto de negarse a tocar si no es así; venir sin todo el material y sin dirigir la palabra; tocar menos tiempo que el contratado y negarse a salir a hacer algún bis, porque estaban cansados y, en definitiva, mirar por encima del hombro. ¿Qué si me quedo con algo bueno de ellos? Simplemente, la actitud que demuestran al estar encima de un escenario y la entrega absoluta que tienen sus fans hacia ellos, en un concierto en el que sonaron temas como “Death rides this night”, “Mistress from Hell”, “Mesmerized by Fire”, “Katana”, “On the loose”, “Crystal Suite”, “Scream of the Savage”, “Midnight Vice”, “Take me out of this Nightmare”, “Take me to Hell”, “The conjugation”, “Satan”, “Black Angel” e “Into the Night”. Estos suecos saben cómo hacer que sus seguidores se vuelvan a casa con una sonrisa en la cara, y eso lo consiguen colocándose en el mismo borde del escenario, rockeando y sin parar de moverse, mientras que las féminas de las primeras filas se vuelven locas. Y así fue, como un servidor, abandona de nuevo la Excalibur y la calle Sanz Raso, más pronto de lo pensado, esperando que no pase tanto tiempo para volver a pisarla y con dos firmes convicciones para los próximos meses / años: la primera, no perder de vista la carrera de unos Farland, y segunda: a ver si es posible poder ver a Enforcer o grupos similares, sin que me parezca que estoy viendo a unos New Kids on the Block, pues damas y caballeros, ésto es música y está para disfrutarla, y no para desmayarse por lo “buenorr@” que está el/la cantante, aunque te alegre la vista… Texto; Master Angel Fotos; Extraídas de Internet