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He tenido una cita con una chica que conocí en el facebook.
Se ha empeñado en venir al bosque de los cuentos, ¡con las ganas que tenía yo de salir a dar un garbeo por la ciudad.!..que esto en invierno se hace durísimo.
Para acabar de recordarme lo cosmopolita de la city me ha traído una cervezas Guinness, que yo aquí lo mas exótico que puedo beber es una Mahou.
He visualizado la escenita, ya sabéis lo payaso que soy, los dos al pie de la chimenea bebiendo esas cervezas, con esa espuma espesa, espesa . Esto de no ligar me está generando unas ideas de lo mas calenturientas.
Pero ella tenía otros planes, quería dar un paseo, "para conocer tu mundo". Me apetecía tanto como cortarme las venas con el frío que hace, aunque reconozco que su interés me halagó.
Deseando ser un buen cicerone la lleve a ver nuestros hits turísticos:
El Castillo real, la Casa de los enanitos, los chalets de los tres cerditos...pero parecía distraida, mirando todo el rato a su alrededor como si buscase a alguien.
Le pregunté, pero me dijo que no, que era todo "interesantísimo" y yo "un amor". ¡Ay, que falto estoy de cariño, que me lo creí!
Estábamos llegando a casa de Gepetto cuando echó a correr hacia la charca en plan Hussain Bolt y antes de que me diera tiempo a preguntar nada cogió una rana y le plantó un beso en los morros.
Chumpum! La rana se convirtió en un apuesto príncipe, como no, al que ella miraba con arrobo y unos ojos de bambi tremendos.
El príncipe era, como buen personaje de cuento, guapo a rabiar, pero gentil, lo que se dice gentil no. ¡Lo que salió de esa boca, madre!
Hay que entender al pobre: Llega una pava, a la que no ha visto nunca y le planta un beso sin cariño ni na que le convierte en un animal , para la moda de charca, repulsivo, Y no solo eso, que él tiene unas obligaciones batracias, una mujer, un renacuajo y varios cientos huevos, además de la hipoteca del nenúfar de vacaciones.
Se ha ido bufando, a ver a la bruja del bosque para que le arregle el desaguisado, justo en dirección contraria a la mía.
No me iba a quedar con la cazafortunas esa, al fin y al cabo casi ni la conocía.
Pero las cervezas me han sabido a gloria, ji,ji
Guiness bund cake
250 ml de cerveza guinness
250 gr de mantequilla
300 gr de azúcar
250 gr de harina de repostería
2 c. p de bicarbonato
90 gr de cacao en polvo
1 tetrabrick pequeño de nata para montar
2 huevos
2 c.p. de vainilla líquida
En un cazo calentamos la cerveza a fuego medio y añadimos la mantequilla, removiendo hasta que esta se derrita.Dejar templar.
Precalentar el horno a 180º
Tamizamos 2 veces en un bol el azúcar con la harina, el bicarbonato y el cacao en polvo.Reservamos también.
Aparte batir la nata con la vainilla y los huevos, cuando esté bien combinados añadimos la cerveza con la mantequilla y . Incorporamos esta mezcla líquida a los ingredientes secos batiendo energicamente hasta que la mezcla esté homogenea, quedará bastante líquida.
Ponemos en un molde untado de mantequilla y enharinado y horneamos unos 40´ en la zona media del horno, o hasta que un palillo salga casi limpio.
Dejamos enfriar 10´, desmoldamos y volvemos a ponerlo en la rejilla hasta que se enfríe por completo.
Acompañamos de queso batido con azúcar.
*La receta original es de Nigella Lawson, aunque yo la descubrí en el blog Pumuki a la cuina que a su vez la asalto de Al calor del horno, que a su vez...Otra vez jugando al teléfono estropeado.
*Yo he reducido bastante la cantidad de azúcar y el resultado es bueno, un bizcocho muy jugoso y nada empalagoso, chim-pon
*Aunque esta semana estéis hartos de recetas con guinness por lo de S. Patricio, no dudéis en probarla, es increíble