Cuando probamos un vino, la lengua se especializa registrando diferentes sensaciones. como, el sabor dulce en el que se aprecia en la punta de la lengua.
El sabor amargo se siente en la parte de atrás de la lengua. Cuando sorbes el vino, lo mueves por toda la boca para que tenga contacto con la lengua y se pueda distinguir las diferentes categorías que hay al poder probarlo. De esta manera el cerebro recibe los sabores que están circulando los sabores en el paladar.Los sabores dulces se registran en el cerebro ya que corresponde con lo primero que toca el vino en la boca, el ácido después y más tarde el sabor amargo.
Mientras el cerebro trabaja las diferentes sensaciones relativas a lo dulce,ácido y amargo. Así, se está consciente de que el paladar o lengua registra si el vino es pesado o ligero, suave o áspero. El tiempo es el que enseña ha tener una buena opinión de el vino.