Revista Libros
Nuevamente con ustedes luego de dos relajantes días en la playa a la que llevé mi laptop, pero fue en vano ya que no contábamos con wi-fi para continuar con el blog.
Ya de retorno, tengo lista la nota sobre esta novela de Dashiell Hammet, El Halcón Maltés, a manera de homenaje a su autor, al conmemorar los 50 años de su desaparición.
El Halcón Maltés, no es la gran novela, pero es "La Novela Negra", gracias a la propuesta fílmica de un inexperto director de nombre John Huston, quien convocó a rutilantes estrellas para esta versión en blanco y negro, que se convirtió en la pionera del Cine Negro.
Hammett tiene novelas superiores como El Hombre Delgado, y La Llave de Cristal. El éxito de El Halcón Maltés creo que se centra en el perfil de su protagonista, el detective San Spade, irónico, relajado, despreocupado y duro; el personaje perfecto como para un actor de la calidad de Humphrey Bogardt, quien realizó la mejor personificación del detective.
La novela se desarrolla en la ciudad de San Francisco, donde un puñado de delincuentes, no todos traficantes de arte, siguen la pista a una antigua y rara joya.
En 1593, los Caballeros de la Orden de Malta decidieron obsequiar al Emperador Carlos V con la estatuilla de un halcón, realizada en oro macizo con incrustaciones de piedras preciosas, en agradecimiento a ciertas prerrogativas concedidas por el monarca. Sin embargo, esta maravillosa joya no llegó nunca a manos de Carlos V, ya que la galera en la que era trasportada fue asaltada por unos piratas.
Cuatrocientos años después, el detective privado Sam Spade y su socio, Archer, aceptan el encargo de una muchacha que quiere averiguar dónde se encuentra su hermana, que ha desaparecido junto a Floyd Thursby, un hombre sin escrúpulos
Samuel Spade el protagonista de "El Halcón Maltés", es, sin duda alguna, el personaje más conocido de Dashiell Hammett. Detective privado que hace gala de la dureza y brutalidad de un hombre acostumbrado a abrirse camino a codazos en los ambientes más hostiles y que parece apreciar menos la propia vida que el dinero.
Hammett, que había trabajado como detective para la agencia Pinkerton, creó al investigador privado Sam Spade, que junto con el Philip Marlowe ideado por Chandler forjaron el estereotipo del detective duro, desencantado, cínico, bebedor, solitario y en el fondo noble y lúcido.