Antonio Ozores muere tras una larga enfermedad.
Tras la figura de Antonio Ozores no sólo se encontraba el humorista de labia fácil al que se le saltaban los ojos con las suecas a finales de los 70, también se escondía un artista con 360 trabajos entre películas y obras de teatro a sus espaldas que hizo honor a un linaje comprometido con el séptimo arte. Debutó en 1950 con El último caballo y hasta poco antes de manifestarse su enfermedad siguió activo participando en la obra de teatro El último que apague la luz, con su hija Emma.
Aunque su última aparición en cine fue en 1993 en Pelotazo Nacional el actor siguió apareciendo en la pequeña pantalla según sus palabras "porque siempre hace falta un señor mayor". Aquí os dejo la última participación suya que recuerdo en Camera Cafe y una entrevista muy simpática en Buenafuente hace exactamente un año.
Vía El País.