Vamos a dejar, por unos instantes, todo lo malo que generan las barras bravas de fútbol. Vamos a centrarnos en los que sí son protagonistas desde la tribuna.
Y para eso vamos a remontarnos hasta 1951. Porque en esta ocasión recomendaremos El hincha. Una película argentina de dirigida por Manuel Romero, con guión del gran Enrique Santos Discépolo, quien es también el protagonista.
Es un film en blanco y negro, es difícil conseguir una copia con buen sonido, su ritmo narrativo y sus actuaciones resultan extrañas para esta época. Sin embargo creemos fundamental para todo seguidor de un club de fútbol mirar este clásico.
La película cuenta sobre El Ñato, un trabajador, hombre del pueblo, que es fanático de un club de fútbol. El Ñato sintetiza en cada una de sus acciones y “discursos” el sentimiento del hincha auténtico, del que vive a flor de piel la realidad de su equipo. No se guarda nada. Todo por la camiseta, por “el domigo”, por el club.
Es en esa aparente exageración de su amor futbolero, es donde nos sentimos identificados. Porque no extrema para ironizar, sino para no dejar lugar a dudas lo que se puede sentir por este juego.
El Ñato no duda en sacar todo lo que tiene. Los amantes, los hombres y mujeres del fútbol encontrarán acá un espejo. Y disfrutarán de una obra de arte que vincula cine y fútbol con el lazo más potente: el verdadero amor a los colores.