Director: Jonathan Hodgson
Diseñador: Jonny Hanna
Narrador: Peter Blegvad
Año: 1999
País: Inglaterra
Channel FourTexto: The man with the Beautiful Eyes de Charles Bukowski
Cuando éramos chicos
había una extraña casa
todas las cortinas estaban
siempre bajas
y nunca oíamos voces adentro
y el patio estaba lleno de cañas
y nos gustaba jugar en las cañas
a que éramos Tarzán
(aunque sin ninguna Jane)
y había un estanque de peces
grande lleno de los peces
más gordos que hubiéramos visto
y eran mansos
venían a la superficie del agua
y agarraban pedacitos de pan
de nuestras manos.
Nuestros padres nos habían
dicho: “no se acerquen a esa casa”
así que, por supuesto,
lo hacíamos.
Nos preguntábamos si alguien
vivía ahí.
Las semanas pasaban y nunca
veíamos a nadie.
Pero un día
escuchamos una voz
desde la casa
“¡PUTA DE MIERDA!”
Era la voz de
un hombre.
Entonces la puerta
de la cocina
se abrió de golpe
y un hombre salió.
Tenía una botella de whisky
en la mano derecha
y más o menos 30 años.
Un cigarrillo colgaba de su boca
y necesitaba afeitarse.
Su pelo estaba
salvajemente revuelto
y andaba descalzo
en camiseta y pantalones.
Pero sus ojos eran brillantes.
Encandilaban con su brillo
y nos dijo, “hey, caballeritos,
espero que estén
pasando un buen rato”.
Entonces se rió
y volvió a la casa.
Nosotros nos fuimos
de vuelta al patio de mis padres
y pensamos sobre eso.
Nuestros padres,
decidimos,
nos querían alejar de ahí
porque no querían
que viéramos a un hombre
como ése, un hombre
fuerte y natural
con bellos ojos.
Nuestros padres
estaban avergonzados
porque ellos
no eran como ese hombre,
por eso nos querían
alejar de allí.
Pero volvimos
a aquella casa
y a las cañas
y a los mansos peces.
Volvimos muchas tardes
durante muchas semanas
pero nunca vimos
ni oímos al hombre de nuevo.
Las cortinas estaban bajas
como siempre
y todo estaba quieto.
Entonces un día
mientras volvíamos de la escuela
vimos la casa.
Se había incendiado,
no quedaba nada,
solo unos cimientos negros
chamuscados y retorcidos
y fuimos al estanque
y no había agua
y los peces gordos y naranjas
estaban muertos ahí,
secándose.
Volvimos al patio de mis padres
y hablamos sobre eso.
Y decidimos que
nuestros padres habían
quemado la casa,
y habían matado
a los peces
porque todo
era tan bello,
incluso el bosque
de cañas habían quemado.
Habían tenido miedo
del hombre de los ojos bellos.
Y nosotros tuvimos miedo entonces
de que a lo largo de nuestras vidas
cosas como ésa sucedieran,
que nadie quisiera que otro sea
fuerte y bello,
que nunca lo permitirían,
y que mucha gente
tendría que morir.*Tomado de: http://www.cartelurbano.com/content/bukowski-animado#.U8m6NPl5M3l