El hombre de plutón

El silencio es probablemente lo peor de todo.

El silencio verbal y el silencio de esas palabras que emanaban de su puño como una cascada de letras sin fin.

Cuántas veces no le dije: "¡Basta, frena! No escribas tanto". Y ahora... ¡Cuánto desearía recibir de madrugada uno de esos whatsapp con link a otro de sus interminables artículos en este blog, con la "orden" de: Para corregir...

En realidad, no era para corregir, sino una excusa para obligarme a leerlo, cosa que hacía encantada normalmente, aunque a veces, no tanto.

Yo era, sin duda, su única fiel lectora y correctora de esos pequeños fallos ortográficos y, a veces, de aquellas frases eternas sin comas que te dejaban sin aliento al leerlos y que, a menudo, había que volver a leer para saber de qué iba en realidad la historia y cómo empezó, cien líneas más arriba.

Ahora, solo hay silencio y, ni me lo creo ni lo entiendo, y lo peor, no me acostumbraré nunca.

Un cambio tan brusco que nadie que lo conoce, conocía, dan crédito.

¿Qué pasó? Un domingo hablamos, reímos y bromeamos sobre lo absurdo de la situación mundial, de las peticiones culinarias que tenía pensadas para cuando volviera a España el 16 de diciembre de 2021, de las muchas cosas que tenía que contarme, y cuatro días después, silencio total.

El "Hombre de Plutón" entró en tránsito, preparándose para otras aventuras, supongo, de vuelta a su planeta de donde salió a bordo de una estrella fugaz para aterrizar en un barrio de Barcelona hace 72 años.

"Yo me voy a los 82", nos decía a todos. "Te has equivocado en 10 años", le digo yo ahora, en silencio, porque aquí estoy, hablándole a cada rato, echando de menos poder contarle todo y nada, lo surrealista, lo absurdo y lo imposible.

Tanta gente orando por él mientras yo le maldecía por hacerme esto. Por abandonarme antes de tiempo. Por dejarme con este insoportable silencio.

"El destino lo es todo", decía siempre. Y, sí, parece que el destino quiso jugarle una mala pasada o quizá algo se interpuso en ese destino suyo.

El "Hombre de Plutón" sabrá. El resto solo podemos sospechar. Los que le conocíamos bien, sabemos que no era su hora.

Así acaba este blog de Solitarios Invisibles, despidiendo a ese hombre único y especial que nos dejó el 30 de noviembre de 2021, en silencio y para siempre.

"Yo... he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán... en el tiempo... como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir." (Blade Runner).