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El Hombre Lobo -una revisión del mito con dosis de gore-

Publicado el 26 febrero 2010 por Cinefagos

El Hombre Lobo -una revisión del mito con dosis de gore-

 Drácula tuvo de la mano de Fracis Ford Coppolla una revisión del mito vampírico excelente, siendo el romanticismo una base que apenas se había tocado. La Momia acabó siendo una película de aventuras que cosechó dos secuelas (la última horrible) de la mano de Stephen Sommers. Frankenstein lo acabó encarnando Robert De Niro y Kenneth Brannagh en la dirección, ofreciendo un monstruo mucho más cerebral de lo que estábamos acostumbrados (pero conservando su crudeza). ¿Y el Hombre Lobo? Faltaba una película que estuviese en los comienzos del mito. Alejándose de las versiones lupinas y exageradas de películas como “Un Hombre Lobo Americano en París” (mucho mejor la que está ubicada en Londres y que cosechó gran éxito en su momento), la saga “Underworld” o “Van Helsing”. Esos hombres lobo megaormonados, gigantescos y acojonantes. ¿Dónde estaba ese hombre lobo que nos enseñó la Hammer en su momento?. Pues Joe Johnston nos trae, “El Hombre Lobo“ una versión muy fiel a lo que vimos hace décadas y acaba realizando una versión que sin ser perfecta (no llega a la genialidad de “Drácula, de Bram Stoker”) si tiene muchos alicientes para su visionado.

 

El Hombre Lobo -una revisión del mito con dosis de gore-

De nuevo podemos ver como nuestro protagonista tendrá que lidiar entre una maldición (la de convertirse en hombre lobo cuando hay Luna llena) y el amor de una mujer. En este caso la mujer de su difunto hermano. Y es que ése es el punto de partida de la historia. Una carta que le envía su cuñada apremiándole su vuelta a casa para así buscar a su hermano desaparecido. Una vez llega a su no añorado hogar descubre que su hermano pequeño ha sido asesinado en extrañar circunstancias. El resto, como todos sabéis, desembocará en la posterior transformación de nuestro protagonista y no pocos momentos sanguinolentos.

Quizás haya cosas que no me acabasen de cuadrar del todo. Como ese amor que surge (obviamente tenía que hacer acto de presencia ya que acaba siendo vital para el transcurso de la historia) entre Ben Talbot (Benicio del Toro) y Gwen Conliffe (Emily Blunt). Algo forzado y que no llegó a convencerme. Aunque ambos logran encarnar unos personajes que acaban convenciendo.

El más gore de los Hombres Lobo. Sería uno de los apartados en los que gana con diferencia al resto de producciones que han tratado al mito. Y es que Johnston no se ha cortado ni un pelo en mostrarnos primeros planos sangrientos e impactantes, amputaciones (como si de una película de Star Wars se tratara. No olvidemos que Lucas ofreció no pocas manos, brazos o piernas que acababan tocando el suelo a las primeras de cambio) y arañazos en cualquier parte del cuerpo. Acojonantemente en ese apartado. Así como unos efectos especiales que tampoco son desdeñables y que en ocasiones ni se notan, lo cual es perfecto para la realidad que nos quieren transmitir.

La atmósfera es perfecta. Mostrando unas localizaciones oscuras y con una niebla que se convierte en un personaje más. No se  podía pedir más para un personaje que deambula a la luz del satélite terraqueo. Ningún pero se puede poner a la labor del director.

El Hombre Lobo -una revisión del mito con dosis de gore-

Tampoco podemos olvidar la transformación de Benicio del Toro. Y es que, para mí, hay dos “transformaciones” que son un punto de referencia. Una la de “Un Hombre Lobo Americano en Londres”. La otra “En Compañía de Lobos”. Nostálgicamente podríamos acordarnos de las que vimos en la productora antológica que he citado en párrafos anteriores. Lo bueno de todo esto es que no hay un efecto digital acojonantemente rápido -al estilo “Van Helsing”-, si no que podemos ver -por lo menos las primeras veces- como poco a poco la persona normal y corriente va dejando paso a su versión lupina. Un Hombre Lobo que conserva su físico, algo importante para mí que lo hayan respetado en esta revisión del mito. Es decir, su ropa sigue estando ahí, haciendo las veces de chaleco una vez transformado, su movimiento encorvado y el aspecto que tanto disfrutamos hace décadas. No acabamos viendo un lobo enorme que apenas parece que en su interior haya un humano. Además han aportado novedades que no se puedo ver en su momento, los tiempos cambian y la tecnología ayuda en ese menesteres. Y es que ver a nuestro monstruo corriendo cuan animal (a cuatro patas) puede llegar a dar auténtico terror si te metes en la piel de quien persigue.

La historia tambien pone su puntillo de intriga. Con un Anthony Hopkins espléndido (después de repetir de vez en cuando papeles deudores de “El Silencio de los Corderos”) que aportará uno de los puntos más interesantes de la historia. Quien la haya visto ya sabrá a qué me estoy refiriendo. Así como Hugo Weaving ejerciendo de inspector de Scotland Yard, ¿alguna vez trabajará mal este actor?.

El Hombre Lobo -una revisión del mito con dosis de gore-

 Aún con todo lo que he expuesto antes, todo elogios practicamente, no llega a ser redonda. Hay algo en ella que no le hará llegar a ser lo que ha sido la película de Coppolla tratando al personaje de “Drácula”. Aunque es altamente recomendable y ojalá todas las versiones que hiciesen -o tratamiento de personajes míticos- estuviesen más o menos a la altura de la que nos ocupa.

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Fdo: Snake  

El Hombre Lobo -una revisión del mito con dosis de gore-


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