El hombre pisará marte

El ser humano conquista castillos que luego abandona para conquistar otros. Lo lleva en la sangre. Se lo pide el cuerpo. O mejor dicho, el cerebro, que domina al cuerpo. No es de extrañar que algunos piensen que la evolución del cerebro en los humanos no pudo darse sin una mano divina o extraterrestre. Eramos monos antes de ser hombres. ¿Qué clase de monos? Todavía, si me apuran, pueden verse personas humanas que no tienen más luces que un mono, así que no sabría decir si éramos monos o no. Posiblemente. La conquista de castillos imaginarios o no, nos llevará a Marte como nos llevó a la Luna; nos llevará al infinito si no se nos comen antes ninguna vida más inteligente y devoradora que la nuestra o de mejor adaptación a la superviviencia. Se están haciendo pruebas de aislamientos de grupos de personas para contemplar la posibilidad de que un viaje tan largo no acabe en gresca callejera. Ya saben que el ser humano en reclusión adquiere un talante poco conciliador con sus congéneres. Se acuerdan de aquellos test en los te pedían que eligieras a un superviviente de una serie de ciudadanos tipo como el policía, la tía buena y fértil, la vieja, el mecánico, el gay, el científico...hasta diez ciudadanos tipo. ¿A qué dos salvarían de morir por preservar la humanidad? A ninguno: -la humanidad no merece ser salvada-. Entonces, si esa es su respuesta, de seguro que no le dan el puesto de trabajo al que se presentaba. Ah, sí, eran test de recursos humanos que no sirven nada más que para destacar curiosidades de los participantes. O aquel otro, escriba todos los nombres que pueda en un minuto que empiecen por la letra p-. NO empiece por la palabra puta, que le conozco. En fin, es una muestra más de hasta donde está dispuesto el hombre a llegar por conquistar castillos, aunque sean vacíos, para después arrasarlos como se hacía en la Edad Media, y continuar con otras conquistas. El Hombre pisará Marte, sin duda.