Revista Cine

El hombre que pudo reinar de John Houeston (1975)

Publicado el 22 enero 2010 por David_pardo
De vez en cuando te encuentras con películas que te gustan no por su guión, la historia que pueda contar o lo que le suceda a los personajes sino por la “actuación” de un actor, esto me ha pasado con Michael Caine que ha estado impresionante, siendo Peachy Carnehan, antes puse entre comillas la palabra actuación porque durante los 123 min que dura la película no acdtúa sino que es, o esta poseido por Peachy.
Sean Connery esta muy bien pero es que Caine llenaba la pantalla. ¿De que habla la película? Pues... de la amistad, del colonialismo británico (los personajes no dejan de comportarse como tales)
El hombre que pudo reinar de John Houeston (1975)
AÑO: 1975
DURACIÓN:129 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: John Huston
GUIÓN: John Huston - Gladys Hill (Historia: Rudyard Kipling)
MÚSICA: Maurice Jarre
FOTOGRAFÍA: Oswald Morris
REPARTO: Sean Connery, Michael Caine, Christopher Plummer, Saeed Jaffrey, Doghmi Larbi, Shakira Caine, Karroom Ben Bouih, Jack May, Mohammed Shamsi, Albert Moses, Paul Antrim, Graham Acres

Sinopsis
:
Dos aventureros del ejército británico planean adentrarse en las agrestes regiones de Kafiristán. Al llegar a estas inhóspitas tierras, uno de ellos es tomado por un dios y él, creyéndose su papel, decide quedarse allí y contraer matrimonio.

Curiosidades
:
El papel que interpreta Christopher Plummer es Rudyard Kipling, el autor del "Libro de la Selva" y "El hombre que pudo reinar"
La mujer por la cual se siente atraido Sean Connery es en la vida real la mujer de Michael Caine, el cual interpreta el papel de amigo.
John Huston (director) intentó rodar la historia varias veces. Primero con Gable y Bogart; luego con Burt Lancaster y Kirk Douglas y, después con Paul Newman y Robert Redford. El casting final fue sugerencia de Newman.
Huston, junto a su co-guionista Gladys Hill, retoma sus constantes temáticas de búsqueda en un universo de perdedores, construyendo una trama aventurera empapada de humor, que sirve a sus caracteres para hallar su reorientación existencial, además de ofrecer un miramiento crítico al imperialismo, un ligero estudio etnográfico y psicológico, una incisiva mirada a la naturaleza, convicciones y actitudes volubles del ser humano en su afán codicioso y un lúdico canto a la camaradería en su condición de buddy movie.
“Lo siento, señor Kipling, pero usted simplemente no sabe emplear el lenguaje inglés. Este no es un jardín de infancia para escritores aficionados”. Con estas proféticas palabras, Rudyard Kipling, que ya había escrito entonces uno de los mejores relatos en la historia de la literatura, El hombre que pudo reinar, fue despedido de su empleo de reportero por el Examiner de San Francisco.


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