Algunos comentaristas consideran que es un versión evolucionada de Shogun, aunque más "light".
La historia se inicia cuando el joven gran señor de Akaoka, Genji, acaba de heredar el título y las tierras y está en su palacio de la ciudad de Edo con su amante, la bella geisha Heiko, esperando a unos misioneros estadounidenses. A diferencia de otros grandes señores, Genji es partidario de la apertura de Japón al exterior.
Hombre refinado y culto, hay personas en la corte que le consideran afeminado y "blando". Sin embargo, quien le conoce sabe que practica las artes del samurái a diario con mucha constancia y tenacidad. Sin embargo, el resto de los señores ven una oportunidad para declarar la guerra a Genji y de paso, hacerse con el shogunato, institución que apoya en ese momento a Genji.
Mientras mira el puerto con un telescopio holandés, ve que los misioneros han llegado y se acerca al puerto con una comitiva porque piensan que están tratando de asesinarle. Allí conoce a tres personas: el misionero Zephaniah, bastante exaltado y muy exagerado; su prometida Emily Gibson, una joven con un pasado terrible que piensa que se ha de casar con él porque prefiere estar con quien no la encuentra bella; y el pistolero Matthew Stark, que va a Japón porque quiere vengar el asesinato de su novia y de las dos hijas de esta. Para volver, convencen a Emily, a la que todos los hombres la encuentran fea porque obviamente no tiene aspecto japonés, para que se meta en la litera de Genji. El asesino tratará de matarlo, pero hay un movimiento instintivo por parte de Stark y la bala impacta en Zephaniah, que queda herido de muerte.
Con este planteamiento, nos brinda un relato que nos muestra un Japón imperial que aún cumplía con todas las tradiciones, incluidas las relativas a los samuráis, pero a punto de cambiar y aceptar ciertas características extranjeras. Aunque es cierto que el personaje de Genji está idealizado y que seguramente plantea algunos tópicos más propios de los extranjeros que de los propios japoneses, la novela, que no es un tratado del Japón imperial, se lee muy bien, es entretenida y los personajes están muy bien diseñados. Las tragedias de cada uno se pueden ver reflejadas en los comportamientos que tienen, con mención especial al tío loco de Genji, el poderosísimo samurái Shigeru, que, con independencia de lo terrible de su actuación, conforma creo que uno de los personajes más complejos de la novela.
Si te gusta la novela histórica, entiendes que no son tratados de historia (aunque como digo, no tiene grandes problemas, no pone personajes que sean totalmente anacrónicos) y quieres leer algo de una temática original, creo que te gustará esta novela, que no es tampoco especialmente larga.
Páginas: 443 (edición de bolsillo).
Año de publicación: 2002.
Nota: 4,1.
My rating: 4 of 5 stars
He puesto la reseña en mi blog.
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