Las observaciones detalladas realizadas por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA llevaron a los científicos a pensar que el destello de luz observado el 3 de junio fue un meteoro. Crédito: NASA, ESA, M. H. Wong (Universidad de California, Berkeley, USA), H. B. Hammel (Space Science Institute, Boulder, Colorado, USA), A. A. Simon-Miller (Centro Espacial Goddard, Greenbelt, Maryland, USA) y equipo de ciencia de impactos de Júpiter
El 3 de junio 2010 el astrónomo aficionado australiano Anthony Wesley observó un destello en Júpiter de dos segundos de duración, en un video tomado desde su telescopio. En Filipinas, el astrónomo aficionado Chris Ir confirmó que había grabado al mismo tiempo este evento en vídeo. Wesley fue también el descubridor del hoy mundialmente famoso impacto de julio de 2009.
Los astrónomos de todo el mundo sospechaban que algo importante debía de haber impactado en el planeta gigante para producir un destello de energía lo suficientemente brillante para ser visto desde la Tierra, a unos 770 millones de kilómetros de distancia. Pero no sabían qué tamaño tenía o a que profundidad había penetrado en atmósfera. En las últimas dos semanas se han producido búsquedas de "ojos negros", un patrón de un impacto directo profundo que dejaron los impactadores anteriores.
Los astrónomos del Hubble dirigieron la Wide Field Camera 3 a bordo del Telescopio Hubble de la NASA/ESA el 7 de junio, y no encontró ninguna señal de residuos por encima de las cimas de las nubes de Júpiter. Esto significa que el objeto no penetró por debajo de las nubes y no explotó como una bola de fuego. Si lo hubiera hecho, los restos de hollín oscuro de la explosión hubieran sido expulsados y habrían llovido en las nubes.
En cambio, el destello se cree que proviene de un meteoro gigante ardiendo por encima de las cimas de nubes de Júpiter, que no penetró a una profundidad suficiente en la atmósfera como para explotar y dejar tras de él una huella en forma de nube de escombros, como lo visto en anteriores impactos en Júpiter.
"Las cimas de las nubes y el lugar del impacto tendrían que haber aparecido en el ultravioleta y en las imágenes visibles debido a los desechos de una explosión", comentó Heidi Hammel, miembro del equipo del Space Science Institute en Boulder, Colorado. "No vemos ninguna señal característica en las proximidades del impacto, lo que sugiere que no hubo una gran explosión y ni tampoco una bola de fuego. "
Las manchas oscuras marcaron la atmósfera de Júpiter, cuando una serie de fragmentos de cometa Shoemaker-Levy 9 se estrellaron contra Júpiter en julio de 1994, y un área similar oscura se formó en julio de 2009 cuando un presunto asteroide se estrelló contra Júpiter. El último impactador se estima en sólo una fracción del tamaño de estos objetos anteriores y se piensa que fue un meteoro.
Por lo tanto, Wesley y Go tuvieron suerte en haber descubierto este destello.
"Las observaciones de estos impactos son una ventana al pasado, hacia los procesos que dieron forma a nuestra Sistema Solar al principio de su historia", explicó el miembro del equipo Leigh Fletcher de la Universidad de Oxford, Reino Unido. "La comparación de las dos colisiones (2009 y 2010) se espera que aporte una nueva perspectiva sobre los tipos de procesos de impacto que ocurren en el solar sistema exterior y la respuesta física y química de la atmósfera de Júpiter ante estos sorprendentes acontecimientos."
Estas imágenes del Hubble tomadas de Júpiter hace 11 meses muestran además la desaparición del Cinturón Ecuatorial Sur ha desaparecido. Crédito: NASA, ESA, MH Wong (Universidad de California, Berkeley, EE.UU.), HB Hammel (Space Science Institute, Boulder, Colorado, EE.UU.), AA Simon-Miller (Centro de Vuelos Espaciales Goddard, en Greenbelt, Maryland, EE.UU.) y equipo de ciencia de impactos de Júpiter
Desde que el Hubble fue apuntado a Júpiter, los astrónomos aprovecharon la oportunidad para conseguir obtener primeros planos sobre los cambios ocurridos en la atmósfera de Júpiter tras la desaparición de la franja oscura conocida como Cinturón Ecuatorial Sur hace varios meses.
En las imágenes del Hubble, una capa ligeramente a mayor altitud de nubes blancas de cristales de hielo de amoníaco parece oscurecer las nubes más profundas del cinturón. "Pronóstico del tiempo para el Cinturón Ecuatorial del sur de Júpiter: nublado con la posibilidad de amoniaco", comentó Hammel.
El equipo predice que estas nubes de amoníaco, deben desvanecerse en unos pocos meses, como lo han hecho en el pasado. El aclarado de la capa de nubes de amoníaco debe comenzar con una serie de puntos oscuros como los que vio el Hubble a lo largo del límite de la zona sur tropical.
"Las Imágenes del Hubble nos dicen estas manchas son agujeros resultantes de las corrientes descendentes. A menudo vemos este tipo de agujeros cuando va a ocurrir un cambio", explicó Amy Simon-Miller, del Centro Espacial Goddard.
"La última vez que el Cinturón Ecuatorial Sur desapareció antes de esta ocasión fue a principios de la década de los 70. No habíamos podido estudiar este fenómeno con este nivel de detalle anteriormente", añadió Simon-Miller. "Los cambios de los últimos años se suman a una base de datos extraordinaria sobre los fuertes cambios ocurridos en las nubes de Júpiter."
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Publicado en Odisea cósmica¡Suscríbete Ya!