Texto original escrito por Ana. Sígueme en Twitter.
Hoy es el Día Internacional del Huevo, por lo tanto comparto con ustedes un post que publiqué hace ya casi un año que le quita esa mala fama a este gran alimento.
Originalmente publicado 22/11/2010.
Con el descubrimiento de la relación del colesterol con problemas cardiovasculares el huevo se convirtió en uno de los principales villanos de la alimentación. Esta mala fama se basó en un hecho irrefutable: el huevo tiene mucho colesterol. La yema contiene aproximadamente 225 mg que representan dos terceras partes del valor diario recomendado.
Pero estudios recientes, uno de los más importantes de Harvard, han comprobado que cada persona reacciona diferente a él. En algunas, el consumo impacta fuertemente en el nivel de colesterol en sangre y en otras, no. Incluso, existen personas que pueden comer un huevo diariamente sin afectar sus niveles de colesterol.
Aunque suene sorprendente, no existe ningún estudio científico que haya establecido una relación causa-efecto entre el consumo de huevo y el aumento de colesterol total en sangre. Tampoco existen pruebas de que a mayor consumo de huevo, aumente la posibilidad de sufrir un problema cardiaco.
Lo que sí se ha comprado recientemente es que alimentos altos en colesterol, pero con bajo nivel de grasa saturada, como es el caso del huevo y los maricos, tienen un impacto muy bajo sobre los niveles de colesterol LDL (dañino), que finalmente es lo que importa. Esto ha llevado a que en las últimas recomendaciones de la American Heart Association ya no se mencione que se limite el consumo de huevo.
Con estos argumentos en la mesa, creo que es momento de quitarle la mala fama a este alimento y revalorarlo porque realmente es uno de los más nutritivos que podemos encontrar.
Un superalimento a nuestro alcance
Para mí, el huevo es lo que podemos llamar un “superalimento” porque:
- Es una de las mejores fuentes de proteína ya que contiene los ocho aminoácidos esenciales.
- Es fuente de vitaminas B (B1, B2, niacina, biotina, ácido pantoténico y B12), A, E, K, D y colina.
- Su contenido en hierro es altamente asimilable, mucho más que el de los vegetales famosos por el contenido en este mineral como las espinacas o la alfalfa.
- También aporta otros minerales como zinc, selenio, potasio, fósforo, cobre, magnesio, molibdeno y yodo.
- Contiene aproximadamente 80 kcal, lo cual no está nada mal para una comida.
- Contiene 11% de grasa (toda en la yema), de la cual solamente 3.1% es saturada (o sea, muy bien).
- Es versátil. Existen muchas maneras de cocinarlo y se utiliza para todo tipo de comidas: desayuno, comida, cena, ensaladas, postres y bebidas.
- Es accesible. Lo podemos encontrar en cualquier mercado o supermercado, época del año y prácticamente cualquier región.
- Es una fuente de proteína animal a buen precio. A comparación de las carnes rojas, blancas o del pescado, el huevo representa una mejor relación costo-beneficio.
¡A comer huevito!
Así que mi recomendación es no tenerle miedo a este alimento, sino al contrario incluirlo como un ingrediente saludable en nuestra dieta. De hecho para todos aquellos con tendencia al vegetarianismo, adoptar una dieta ovo-lacto-vegetariana, me parece un buen equilibrio.
Claro, esto no les da luz verde para comer tres huevos revueltos de una sentada, recuerden que todo depende de la cantidad y de la calidad. Cuando digo calidad me refiero a que todos los beneficios del huevo que les comenté antes, se refieren al huevo entero, pero al combinarlo con otros ingredientes el platillo final puede resultar no tan saludable. No es lo mismo un omelette con verduras que un huevo con chorizo.
Otro punto en el que deben tener cuidado para no caer en un sobre consumo, es en el huevo que no vemos es decir, en los platillos que contienen huevo pero no es evidente, como son los empanizados, la panadería o ciertos postres.
Muchos nutriólogos recomiendan comer solamente las claras para evitar el colesterol y la grasa, pero a mí eso se me hace un desperdicio pues en la yema se encuentran los minerales y las vitaminas, así como buena parte de las proteínas. Por lo tanto, yo sugiero que en vez de comer tres días a la semana claras, coman uno o dos el huevo entero.
A mí el huevo me encanta como una opción para el desayuno ya que provee una importante cantidad de nutrimentos ideales para comenzar el día. Además, puedes jugar mucho con su sabor y consistencia.
Si nuestro objetivo es evitar problemas cardiovasculares, es más importante bajarle a las grasas saturadas de otros alimentos, ahí es donde están los mayores riesgos. Por ejemplo, en las carne rojas, manteca, tocino, embutidos, grasas trans, mantequilla. Además, recuerden que los excesos de azúcar que ingerimos terminarán convirtiéndose en grasa.
Finalmente, debemos tomar en consideración nuestra salud. Algunos estudios apuntan que para personas diabéticas, el colesterol del huevo sí podría estar vinculado con el aumento de colesterol en sangre. Es importante conocer nuestro nivel de colesterol y discutirlo con un médico para seguir sus recomendaciones de acuerdo a nuestro caso específico.
¿A ustedes les gusta el huevo? ¿Cada cuándo lo comen?
¿Cuál es su platillo favorito?