Revista Ciencia

El impacto del TDAH en niñas: efectos a largo plazo en la personalidad y la autopercepción

Por Davidsaparicio @Psyciencia

Un estudio reciente publicado en Research on Child and Adolescent Psychopathology ha revelado que las niñas diagnosticadas con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en la infancia tienden a experimentar cambios significativos en su personalidad a medida que crecen. Este estudio longitudinal, que incluyó una muestra diversa en términos raciales y socioeconómicos, descubrió que estas niñas son propensas a volverse menos concienzudas, menos amables y menos estables emocionalmente al llegar a la adolescencia. Además, se observó que las niñas de familias con ingresos más altos describían sus personalidades de manera más negativa en comparación con sus pares de familias de menores ingresos.

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado típicamente por inatención, hiperactividad e impulsividad. Los síntomas suelen aparecer en la infancia, especialmente cuando los niños comienzan la escuela, y aunque estos síntomas pueden cambiar con la edad, el TDAH frecuentemente persiste hasta la adultez. Las personas con TDAH a menudo enfrentan dificultades como bajo rendimiento académico, problemas para mantenerse organizadas, dificultades en las relaciones y un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental.

Perspectivas del estudio

La autora principal, Laura J. Bell, y su equipo buscaron comprender cómo los síntomas principales del TDAH—inatención e hiperactividad en la infancia—se relacionan con los rasgos de personalidad durante la adolescencia. Los investigadores utilizaron datos del Berkeley Girls with ADHD Longitudinal Study, que siguió a un grupo de 228 niñas—140 de las cuales fueron diagnosticadas con TDAH—a lo largo de varios años. El estudio analizó cómo evolucionaron las personalidades de estas niñas, evaluadas a través del modelo de los cinco grandes rasgos de personalidad, a medida que ingresaban en la adolescencia.

El modelo de los cinco grandes es un marco ampliamente aceptado para entender la personalidad mediante cinco rasgos: apertura a la experiencia, conciencia, extraversión, amabilidad y estabilidad emocional (o neuroticismo). Las niñas fueron evaluadas por síntomas de TDAH entre los 6 y 12 años, mientras que sus personalidades fueron evaluadas entre los 11 y 18 años. Los síntomas de TDAH se midieron a través de informes de padres y maestros, y los diagnósticos se establecieron utilizando la Entrevista Diagnóstica para Niños.

Resultados clave

El estudio reveló varias conclusiones importantes:

1. Menor conciencia, amabilidad y estabilidad emocional: Las niñas diagnosticadas con TDAH en la infancia eran más propensas a obtener puntuaciones más bajas en conciencia y amabilidad, y puntuaciones más altas en neuroticismo, lo que significa que eran menos diligentes, menos cooperativas y más inestables emocionalmente en la adolescencia.

2. Autopercepciones más negativas: Estas puntuaciones más bajas en los rasgos de personalidad se tradujeron en una autopercepción más negativa. El estudio desarrolló un indicador de autopercepción negativa en la adolescencia, que mostró que las niñas con TDAH tenían más probabilidades de describirse de manera negativa, basándose en sus puntuaciones más bajas en conciencia, amabilidad y estabilidad emocional.

3. Impacto del estatus socioeconómico: Uno de los hallazgos más destacados fue que el vínculo entre el TDAH y las autopercepciones negativas era más pronunciado en las niñas de familias con ingresos más altos. Los autores sugieren que esto puede deberse a una mayor presión familiar para tener éxito en entornos de mayores ingresos, lo que intensifica el impacto de los síntomas del TDAH en el desarrollo de la personalidad.

Implicaciones para el TDAH y el desarrollo de la personalidad

Bell y sus colegas sugieren que estos hallazgos apuntan a un posible mecanismo por el cual el TDAH puede contribuir a dificultades a largo plazo en la adultez. Proponen que las autopercepciones negativas formadas en la adolescencia podrían actuar como una “cicatriz” que perpetúa los problemas en la vida adulta, como las dificultades en las relaciones o en el ámbito profesional.

Sin embargo, también señalan que la personalidad, especialmente durante la adolescencia, es maleable. Esto significa que las intervenciones dirigidas a la autopercepción y al desarrollo de la personalidad podrían ser útiles para las personas jóvenes con TDAH. Técnicas como la psicoeducación, el desarrollo de habilidades y el fortalecimiento de sus puntos positivos podrían mitigar algunos de los efectos negativos a largo plazo del TDAH en la personalidad.

El estudio ofrece valiosas perspectivas sobre la relación entre el TDAH y el desarrollo de la personalidad en niñas, pero también resalta algunas complejidades. Por ejemplo, la inatención y la conciencia están estrechamente relacionadas, lo que hace que las asociaciones entre ellas sean algo predecibles. Además, la personalidad sigue desarrollándose hasta la adultez, por lo que estos hallazgos pueden no captar completamente los resultados a largo plazo.

Conclusión

Esta investigación arroja luz sobre la relación matizada entre el TDAH y la personalidad, particularmente en niñas. También subraya la importancia de abordar no solo los síntomas centrales del TDAH, sino también sus impactos psicológicos más amplios, incluyendo la autopercepción y el desarrollo de la personalidad, para ayudar a las personas con TDAH a llevar una vida más plena.

Referencia: Bell, L.J., John, O.P. & Hinshaw, S.P. ADHD Symptoms in Childhood and Big Five Personality Traits in Adolescence: A Five-Year Longitudinal Study in Girls. Res Child Adolesc Psychopathol 52, 1369–1382 (2024). https://doi.org/10.1007/s10802-024-01204-x


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