Murad sucedió a su padre, Orchan, a la edad de cuarenta.
Pronto demostró que estaba eminentemente calificado para gobernar por su actividad y vigor incansables, su genio para la guerra y su hábil y sensato hombre de Estado. Él era analfabeto. Ni siquiera pudo firmar su nombre. Existe en los archivos de la ciudad de Ragusa un tratado con su pequeña república, que Murad, en 1363, firmó sumergiendo su mano en tinta e imprimiéndola con sus marcas de dedos. La 'tughra' así formada se convirtió en la firma oficial de los siguientes sultanes de Turquía. Osman y Orchan crearon entre ellos la dinastía y el Estado otomanos, pero debe reconocerse a Murad haber fundado el Imperio en el sentido de imponer el dominio otomano a las razas de los súbditos.LEER MÁS »