Los grandes proyectos dentro de las comunicaciones por ferrocarril tuvieron lugar a principios del S. XX. Es en estas fechas cuando entraron en funcionamiento el Transiberiano o el CP Canadian, las dos lineas férreas más largas del mundo. En esta época también fue ideado un titánico proyecto para unir Ciudad del Cabo en Sudáfrica y El Cario en Egipto por ferrocarril: The Cape to Cairo Railway, que de haber sido construido en su totalidad alcanzaría más de 8.000 km de vía férrea.
Mapa del proyecto inicial
Cecil Rhodes, propulsor del proyecto
La idea fue propuesta por Cecil Rhodes (empresario inglés que fue ampliamente conocido en su tiempo como El coloso de Rhodes por su inagotable ambición), y presentada por este a las autoridades británicas, ya que éstas deseaban poder unir todas sus posesiones coloniales en África. El imperio británico de finales del S.XIX se extendía desde el mar Mediterráneo hasta el cabo de Buena Esperanza. Todos los mapas coloniales de esos años marcaban una línea continua desde Sudáfrica hasta Egipto con las colonias británicas, el objetivo era convertir esa línea en una vía férrea. Así quería Gran Bretaña crear su Imperio Vertical, para hacer frente al Imperio Horizontal que Francia anhelaba concluir, unir las costas del Atlántico con las del Índico.
Mapa con las ocupaciones coloniales en 1914
De forma muy gráfica en los primeros pasos del proyecto este fue conocido como La columna y las costillas de África (The Spine and Ribs of Africa), siendo la columna la linea principal de ferrocarril y las vértebras los enlaces que esta línea haría con los puertos marítimos de la costa. Esta pretendía ser el eje vertebral de las relaciones comerciales buscadas por el Imperio Británico dentro de África. Mejora de las comunicaciones, mejor gobierno de las colonias, apertura de nuevos mercados, desplazamiento más rápido y efectivo a zonas en conflicto... todas estas razones eran muy bien vistas en Londres, donde veían con temor las dificultades para un rápido movimiento de sus hombres por todas sus colonias.
Comienzo de las obras. Rhodes en el centro
Cecil Rhodes y Herbert Kitchener, político y militar irlandés fueron los principales instigadores del proyecto en la construcción del ferrocarril tras la reconquista británica de Sudán en 1898. Rhodes desde el sur, Kitchener desde el norte. Los ejecutores materiales fueron unos pocos centenares de europeos cualificados y sobretodo los millares de trabajadores anónimos (esclavos en su mayor parte) africanos, árabes y asiáticos. En el S.XIX, de la construcción de ferrocarriles todavía se encargaban por completo los hombres a pico, pala y carretilla. Un verdadero ejército de ingenieros, constructores de puentes, topógrafos, encargados de mantenimiento y, por supuesto, rieleros (platelayers), los obreros especializados en colocar raíles y traviesas.
Viñeta muy famosa en la época por las enormes ambiciones de Rhodes
Obviamente este ambicioso proyecto presentaba enormes dificultades técnicas y humanas, así como de financiación. Más de 8000 kilómetros eran los que se pretendían construir, por todos los diversos paisajes de África, atravesando todo tipo de accidentes geográficos; desde los desiertos más áridos como el del Kalahari hasta las más intrincadas selvas que jalonan el paisaje de la África central. Desde enormes desfiladeros a anchos ríos. Pero no sólo las dificultades orográficas pusieron en jaque el proyecto, también el ataque de las hormigas blancas que se comían las maderas con que se fijaban las traviesas. Los trabajadores que comenzaron la construcción de las vías tuvieron que hacer frente a las picaduras de la mosca tse-tse, las hambrunas, la sed, las fiebres producidas por todo tipo de picaduras e ingestión de alimentos y bebidas en mal estado y muchos males más que minaron el ánimo de los primeros trabajadores y de los directores de la obra. Si este tipo de inconvenientes supusieron un gran retraso en el desarrollo de las obras, las contínuas guerras y ataques que sufrían los británicos por parte de holandeses, franceses y tribus locales, hicieron que tuviese mayor retraso aún.
Tareas de construcción de la vía férrea
Limpieza de parajes por donde trascurre el ferrocarril
Si titánica era la empresa a realizar, también titánica era la necesidad de materias primas y demás elementos necesarios para su construcción; y más si tenemos en cuenta que éstos eran transportados en casi su totalidad desde las islas británicas. En la línea que empezaba en El Cairo, todas las traviesas, remaches, tuberías...etc, eran llevadas hasta Alejandría en barco por el Nilo, y después en tren hasta el extremo de la vía construida. Incluso las toneladas de carbón y los vagones eran llevados desde las islas.
Trabajos de construcción
Puente sobre las cataratas Victoria del Cape to Cairo railway
En los primeros años de la década inicial del S.XX Gran Bretaña contaba ya con casi todos sus proyectos coloniales en África. Sus dominios africanos se extendían desde Ciudad del Cabo hacia el norte por Natal, Bechuanalandia, Rhodesia (Zimbabuey Zambia) y Niasalandia (Malawi). Desde Egipto hacia el sur, se desplegaban por Sudán, Uganda y África Oriental (Kenia). Pero habían una discontinuidad en esta linea. Esta la formaba las posesiones coloniales de Alemania: las actuales Ruanda, Burundi y Tanzania. El África Oriental Alemana. Tras la derrota alemana en el 1ª Guerra Mundial, el camino parecía allanado para lograr concluir el proyecto, ya que la mayor parte de las posesiones alemanas en la zona fueron dadas a Gran Bretaña en virtud del Tratado de Versalles. Pero no fue así ya que los factores económicos dejaron sin fondos este proyecto, era vital primero reconstruir todos los desperfectos que había creado la contienda mundial en las posesiones británicas. La Segunda Guerra Mundial supuso el abandono de finalización del proyecto, tras el ocaso del colonialismo británico en África.
Rhodesia, territorio conquistado por Cecil Rhodes y de quién recibió el nombre
En los últimos años ha habido diferentes proyectos para resucitar el sueño de Rhodes. Hoy en día, la mayor parte de las vías construidas siguen en funcionamiento, aunque la administración de ésta es exclusiva de cada país (son escasos los ferrocarriles que traspasan fronteras en África). Para completar el proyecto falta un tramo importante entre las actuales Uganda y Sudán, aunque esta zona en continuo enfrentamiento civil, hace difícil planear ningún tipo de obra civil allí. Aparte del ferrocarril Tanzam, ningún eje ferroviario importante se ha construido desde los tiempos coloniales. Sólo algunos trenes turísticos de gestión privada cubren en parte trayectos transnacionales.
Cecil Rhodes no sólo es conocido por este proyecto ni mucho menos, ya que es una de las figuras más importantes del colonialismo británico en África, de hecho, la zona que durante mucho tiempo fue conocida como Rhodesia (actuales Zambia y Zimbaue) tuvieron ese nombre en honor al empresario inglés. Rhodes fue un empresario sin escrúpulos (en su tiempo tenía la primera fortuna del mundo) fundador de la compañía De Beers, que en la actualidad controla el 60% del mercado de diamantes en bruto del mundo, y que en un tiempo llegó a comercializar el 90%. También tocó lo la política, ya que se convirtió en el primer ministro de la Colonia del Cabo y promulgó leyes para beneficiar a los propietarios de minas e industrias, como la ley Glen Grey, que favorecía la expulsión de los negros de sus tierras para favorecer el desarrollo industrial.
Populoso entierro de Cecil Rhodes
Rhodes encarnó durante mucho tiempo la concepción mística del imperialismo, suyas son citas como:
Pensar en estas estrellas que se ven encima, en la noche, esos enormes mundos que nunca alcanzaremos. Quisiera anexar los planetas si pudiera; a menudo pienso en ello. Me entristece verlos tan claros y, sin embargo, tan distantes". "Pura filantropía está muy bien en su camino, pero la filantropía más un cinco por ciento es una oferta mejor."
"Tenemos que encontrar nuevas tierras a partir de las cuales podamos obtener fácilmente las materias primas y, al mismo tiempo explotar la barata mano de obra esclava que está disponible de los nativos de las colonias. Las colonias también proporcionarían un vertedero de los excedentes de bienes producidos en nuestras fábricas".
Video sobre la vida de Cecil Rhodes
Fuente: Cecil Rhodes. The man and his work (1913), Gordon Le SueurBiografía de Cecil Rhodes