Cuando los turistas son pesados
En los años setenta Doxey GV sobre la base de su investigación en la isla caribeña de Barbados y en el área de las Cataratas del Niágara de Canadá, ha trazado las reacciones cambian con el tiempo tanto de los residentes y las empresas locales por igual, a la presencia de turistas.Según él, por lo general hay cinco etapas en este cambio de actitud. Estos varían en duración de destino a destino, dependiendo de cuánto tiempo han estado recibiendo visitantes.
Calificó estas cinco etapas en su irridex o el índice de irritación, como sigue:
1. Euphoria Los visitantes son bienvenidos, hay oportunidades para la población local, y los flujos de dinero nuevo – pero hay poco de planificación.
2. Apatía Los visitantes se dan por sentados, sino que se convierten en objetivos de lucro, y el contacto se hace más formal.
3. Molestias Saturación se aborda, con mucha gente visitando el destino para que siga siendo divertido – especialmente en la temporada alta. Esto hace que los residentes locales a comenzar a tener dudas sobre el turismo. Planificadores de tratar de resolver este problema mediante el aumento de la infraestructura en lugar de limitar el crecimiento.
4.Antagonismo Abrir la irritación (incluyendo a veces fuertes niveles de aversión), pero la planificación es de recuperación. La promoción es mayor para compensar el deterioro de la reputación de destino. Los turistas se están (y probablemente sienten) engañados, sin embargo, también están siendo culpados por aumento de la delincuencia y los impuestos, y para todo tipo de problemas cotidianos.
5.Aceptación El lugar ha cambiado de forma permanente. El cambio es ahora aceptado por los residentes. Se han olvidado de lo que el área era antes de los primeros turistas llegaron.
Esto no tiene ninguna base científica y merece el valor que se le quiera dar.
¿Creéis que es acertado? Los que vivís en zonas turísticas, ¿en qué fase os encontráis?
Fuente: http://www.journal.au.edu/abac_journal/dec99/david.html
Más en La efervescencia de la “turismofobia”, un largo artículo de José Antonio Donaire