Caspar David Friedrich (1774-1840)
EL INFINITO
Siempre caro me fue este yermo monte
y ese obstáculo, que de esta parte
del último horizonte la vista excluye.
Mas sentado y mirando interminables
espacios tras él, y sobrehumanos
silencios, y profundísima quietud
mi mente imagina; tanto que por poco
mi corazón se asusta. Y como el viento
oigo susurrar entre las plantas, yo aquel
infinito silencio a esta voz
voy comparando: y me acuerdo de lo eterno,
y las muertas estaciones, la presente viva,
y su sonido. Así en esta
Inmensidad mi pensamiento se hunde:
Y el naufragio me es dulce en este mar
Giacomo Leopardi