"Llevamos el diablo en el cuerpo. Todos nosotros." Joe Hill
El guionista y actor secundario Chris Sparling, nos entrega su primera película; una donde las posesiones infernales, el mockumentary y el artificio del engaño van de la mano; Sparling, quien ha tenido su mayor éxito con la película Buried, y que ha escrito para diversos cineastas, estilos y formatos, parece aferrarse a ese subgénero del falso documental de terror de corte realista, marcado por "materiales de archivo" y supuestos casos de la vida real.Aunque menos conocida su faceta como actor, principalmente en obras de bajo presupuesto, fue este oficio el que finalmente lo acercó a la escritura de guiones, y el poder establecerse en ese lado indie de Hollywood. Atticus Institute, es su primer largometraje y la película que vamos a reseñar.
Con guión de Sparling, y tomando como referentes a El Conjuro, Actividad Paranormal y otra serie de películas de corte sobrenatural pero basadas en casos reales, este director nacido en Rhode Island, nos presenta al Dr. Henry West (William Mapother) que a principios de los años 70, crea junto a otros científicos, un instituto encargado de investigar y ayudar a personas con poderes mentales; a pesar de los notables resultados, de algunos engaños; será la presencia de Judth Winstead (Rya Kihlstedt), la que no sólo confirmará la capacidad de los poderes mentales sino de las extrañas presencias que pueden estar detrás de estas capacidades, pero en algún punto cuando parece manifestarse todo el mal a través de esta mujer; y el ejercito estadounidense se apodere del mismo instituto, nos daremos cuenta que hay algo más oscuro y diabólico detrás de todo ésto.
La película que se alimenta de ese lenguaje televisivo de casos reales, de misterios sin resolver, se va desarrollando de forma inteligente o coherente durante la primera mitad de la obra, sin embargo su parte final, que tiene un giro argumental en el género, y que se apropia o se sale de los parámetros del mismo, también está marcado por una serie de errores no sólo narrativos sino en la credibilidad de la misma atmósfera de la película.Aunque la fotografía de Alex Vendler, destaca, no tanto por su ejecución sino por cómo se manifiesta a través de diversos montajes y formatos, que juegan en favor de la película, igualmente es bastante destacable la posproducción de la misma, por esos mismo detalles, donde se tiene fotografía manipuladas como si fueran de los años 70, materiales de diversa clase, que sin embargo van a perder fuerza, cuando el engaño se hace obvio, y cuando el guión empieza a flaquear.Punto aparte son las actuaciones de Mapother y de Kihlstedt, los protagonistas, de un reparto coral, de esta obra, que más que destacar, se hacen factibles y creíbles por su aplacamiento, además de ser los únicos que no son "entrevistados" o que aportan un punto de vista, sino que son en definitiva, los objetos de estudio de este ejercicio de engaño y técnica. Aunque la película puede llegar a decepcionar, y la "magia" del engaño cae rápido con la presencia de Mapother, si vale la pena destacar sus recursos técnicos y su planteamiento narrativo, de resto, es una película menor, estrenada directamente al dvd, y que a pesar de su intento, no deja de ser una más dentro de esa oleada de mockumentaries de terror. Aunque poco recomendable, si vale la pena ver su trabajo técnico, las fotografías, principalmente Zoom in: Lanzada directamente en DVD en 2015Montaje Paralelo: The Fourth Kind (2009) - Actividad Paranormal