El Inter venció al Genoa y se acerca al líder Lazio

Con poco le alcanzó. Inter hizo lo que correspondía, venció angustiosamente y sin merecerlo a Genoa (0-1) en el adelanto de la novena jornada de la Serie A y de cuatro pasó a estar a solo un punto del líder Lazio.

El disputado en el Luigi Ferraris fue un encuentro tensionante y al que Inter se presentó nuevamente sin Milito. Las variantes, entonces, no fueron muchas y el equipo se paró en cancha como lo viene haciendo últimamente, con Biabiany y Coutinho en las bandas, Eto’o ocupando la posición de delantero centro y Sneijder flotando unos pasos más atrás.

Gasperini tuvo muchísimos más inconvenientes para armar su once. Las ausencias –fueron baja Palacio, Sculli, Paladino y Rudolf- casi lo obligaron a plantar en cancha un once por demás particular, con una linea de cinco defensores bastante flexible  y Toni solo en ofensiva.

Aun mermado, Genoa inició la contienda como suele hacerlo jugando de local. Le imprimió ritmo e intensidad a sus avances, palió con esfuerzo y determinación su escasez de recursos en ofensiva y hasta dispuso de ocasiones claras para convertir.

Consecutivamente, Toni y Mesto tuvieron la suya –ambas encontraron respuesta en Julio Cesar- y ya sobre los 41, quien se encontró con la posibilidad de adelantar a los suyos fue Rossi. El 7, de flojo desempeño a lo largo de los 90 minutos, recibió de Chico y falló estando absolutamente solo, de frente al arco.

Generar riesgos, a Inter le costó aun más. Fue paciente en el traslado del balón –como intenta serlo desde la llegada de Benítez- pero no encontró ni lucido a Sneijder ni activos a sus dos aleros, Biabiany y Coutinho, por lo que sus avances siempre se diluyeron.

Sobre los 20, Cambiasso se retiró lesionado y fue reemplazado por Muntari y unos cuantos minutos después, fue el mediocampista ghanes quien soltándose en ofensiva, propició la única gran chance que tuvo el Inter para anotar. Inexplicablemente, Eto’o la dilapidó.

Con Genoa un tanto más cerca, nada hacia prever entonces, un tanto de Inter. Sin embargo el mismo acabó por llegar al filo del descanso, cuando Eduardo fue incapaz de contener un remate débil de Muntari y el balón se le terminó escurriendo.

En desventaja, Genoa no fue capaz de esconder sus limitaciones y ya todo le costó demasiado. No lastimó con el balón en su poder y enfrente se encontró con un equipo que conforme con la ventaja, lo esperó bien organizado en defensa y no le cedió espacios.

Incapaces los que estaban en cancha, Gasperini movió el banco –tarde- y colocó en cancha lo que tenía a mano: dos juveniles con gran proyección. El italiano Destro y el ghanes Boakye, quienes lucieron atrevidos y le trajeron más de una complicación a una ultima línea que como escudo debajo de los tres palos ya no tenia a Julio Cesar –salió lesionado y fue sustituido por Castelazzi –.

La arreada final, con mucho de empuje y sacrificio por conseguir el empate, no sirvió de mucho y finalmente Inter logró tres puntos valiosísimos. Más que merecerlos, los consiguió. Todo suma para no ver la punta más lejos.