Hay que reconocer que la necesidad aguza el ingenio. En el caso de los cubanos es tristemente cierto. Hoy entrevistaban en la radio a un periodista que ha estado preso dieciocho meses en Cuba por hacer un reportaje sobre la prostitución infantil en ese país, paraíso de pedófilos que no son noticia, como tantos otros "paraísos" que nadie nombra en ese sentido. Pues bien, en el paraíso cubano, los cubanitos y cubanitas de a pie se las ingenian para sobrevivir más allá de lo que el omnímodo estado comunista les permite. Para prueba este documento, leánlo y asómbrense, como empieza diciendo, si ya habían inventado el picadillo de carne sin carne, ahora han inventado el internet sin internet...