La Quinta Rueda: El ingenioso invento para aparcar que nunca jamás logró triunfar
El que aquí os escribe tiene una habilidad espectacular para ponerse a bucear en Internet y acabar en los rincones más insospechados de la red. Puedo empezar a buscar información sobre coches que aparcan solos y acabar descubriendo hechos y anécdotas fantásticas que nada tienen que ver.
Por ejemplo: ¿Sabías que unos curiosos pájaros correteadores provocaron un importante conflicto militar en Australia en los años 30? Ahora lo sabes. ¡De nada!
En una de mis últimas búsquedas descubrí que, más o menos por la misma época, un inventor estadounidense dio con la tecla para crear nuestro protagonista de hoy: La Quinta Rueda, el primer asistente de aparcamiento de la historia, predecesor de los coches que aparcan solos.
Resulta que, desde los años 30, mucho antes de que Parkifast llegara a vuestras vidas, había gente inteligente buscando ofrecer una manera fácil de aparcar en paralelo.
Y es que pasarán décadas, se inventarán coches voladores como los de Uber, se descubrirá vida inteligente en el espacio, pero la sociedad occidental seguirá sin tener ni idea de cómo aparcar en paralelo.
Por muchos trucos que os demos para aprender a aparcar, para muchos sigue siendo una causa perdida.
Una quinta rueda ‘made in California’
El inventor californiano Brooks Walker debía de ser uno de estos hombres que tenía pesadillas con el proceso del aparcamiento en línea. Es por eso que patentó la susodicha Quinta Rueda, un invento que os aconsejamos que veáis en funcionamiento por vosotros mismos en estas imágenes datadas de 1933. El propio Walker aparece activando el mecanismo:
Básicamente, el ‘neumático extra’ de este Packard bajaba de su soporte trasero levantando las ruedas traseras, permitiendo que la cola gire a la izquierda y a la derecha, haciendo que estacionar en paralelo o maniobrar fuera coser y cantar. Simplemente, WOW. Ojalá haber tenido esta rueda cuando le hice aquella rozadura aparcando al Mercedes de mi amigo Alberto aparqué perfectamente el coche a mi amigo Alberto.
Dos décadas después, en el 51, Cadillac fabricó un prototipo basado en la patente de un “inventor anónimo” (presumiblemente Walker). El ‘Park Car’ proponía usar la rueda de repuesto como asistente de aparcamiento. En este vídeo promocional podemos observar cómo planteaban su uso también para girar en calzadas estrechas.
Los ‘herederos’ de Walker: Coches que aparcan solos
Falta información sobre el por qué el invento de Walker no cuajó. Mi teoría de la conspiración favorita al respecto es que el ‘lobby’ de los talleres mecánicos fue a por nuestro inventor, por miedo a perder a todos esos clientes que aparcaban (y aparcan) ‘a oído’.
El caso es que nuestro inventor, que siguió año tras año intentando perfeccionar su invento, falleció en los 70 sin poder ver su sueño cumplido. Pero a este siglo XXI ya han llegado sus ‘herederos’. Marcas punteras en el sector de la automoción como Volvo y especialmente la japonesa Toyota han invertido mucho dinero para lograr ese sueño llamado aparcamiento automático asistido.
Hoy en día prácticamente todas las marcas tienen algún modelo con esta funcionalidad. Os dejamos un artículo escrito por los compañeros de Top Gear con una variada lista de coches que aparcan solos. No cuesta nada seguir el link, pero para los más perezosos os destacamos tres de muy distinta índole:
- Ford Kuga
- Toyota Prius
- Volkswagen Sharan
En Parkifast no tenemos quinta rueda que ofreceros , pero los que nos conozcáis ya sabréis que somos únicos en el mercado ayudándoos a encontrar huecos de aparcamiento.
Solo hacen falta tres cosas: Descargar la app gratis, darle a un click y dejar que nuestro GPS os guíe hasta el punto más cercano. ¡Así de fácil! Eso sí, lo de aparcar en paralelo seguirá siendo cosa vuestra.
Descarga Parkifast
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure