Revista Cultura y Ocio

El inventor del Hoax

Publicado el 29 mayo 2013 por Desequilibros
Aunque los engaños y bulos forman parte de las prácticas habituales de muchos "profesionales" de todo pelaje, seguramente el primer Hoax de la historia moderna, tal y como lo conocemos actualmente, lo protagonizó Jonathan Swift.
Entonces no existía internet, pero la repercusión fue de tal calibre que consiguió desenmascarar y arruinar la carrera de un astrólogo farsante.
La visión satírica de Swift de la sociedad de su tiempo le llevó a protagonizar una curiosa anécdota, bajo el pseudónimo de Isaac Bickerstaff, contra un conocido astrólogo de la época, "cuyas predicciones son siempre vagas, imprecisas y erróneas".
John Partridge era un astrólogo de cierto renombre, conocido por la publicación de almanaques y predicciones, calificadas por Swift como hemos visto en el entrecomillado anterior.
Como quiera que Swift era miembro de la iglesia de Inglaterra, y Partridge se había referido a ella en términos poco elogiosos, Swift se inventó el alias de Isaac Bickerstaff y publicó Predictions for the Year 1708, donde pronosticaba
El inventor del Hoax…solemnemente que ese vulgar escritor de almanaques llamado Partridge, cuyas predicciones son siempre vagas, imprecisas y erróneas, morirá exactamente el 29 de marzo, por lo que le recomiendo que ponga sus asuntos en orden”.

Partridge publicó una carta tachando a Bickerstaff (el alias de Swift) de "astrólogo de poca monta deseoso de fama".
Pero el 30 de marzo, Swift prublicó una carta anónima en la que daba cuenta de la repentina enfermedad y muerte de Partridge el día 29, a las siete y cinco de la tarde.
La noticia fue dada por cierta y se hiceron eco de ella otros escritores y algunos diarios de la época.
Hasta tal punto fue aceptada la veracidad de lo narrado que el nombre de Partridge fue borrado del registro, a pesar de que el propio Partridge lo desmintió, lo que suponía que se le daba oficialmente por muerto.
El inventor del Hoax
Aquí terminó su carrera, pues las ventas de su almanaque cayeron en picado hasta desaparecer.
Sus detractores, que no debían ser pocos, continuaron dando pábulo al bulo como venganza.
Entre las pruebas que Swift utilizó en su Una reivindicación de Isaac Bickerstaff, para demostrar la muerte de Partridge, se encuentra la de que era  
“…imposible que ningún hombre vivo pudiera haber escrito tanta bazofia“.
Y si lo encuentran es castellano, #recomiendoleer Parodies, Hoaxes, Mock Treatises: Polite Conversation, Directions to Servants and Other Works.
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Más información
Jonathan Swift en El poder de la palabra.
Jonathan Swift; 1667-1745.
Jonathan Swift en wikipedia.

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