Revista Arte

El jardín de los senderos que se hunden en el estanque.

Por Víctor José Guindo Singh



El jardín de los senderos que se hunden en el estanque.
Pink Garden. Collage  23.5  X  28  Cms.

Hay senderos que se cortan donde no deben, caprichosos; no parece que fueran pensados para un jardín de flores como esas, con pétalos de carne... pero lo peor de todo es que trato de seguirlos y siempre llego al mismo estanque donde no, no trinan pajarillos sino que croan ranas afónicas, melancólicas... ranas que se miran al hastío del espejo de agua cuando la nata verde hace como que pasa...

A los 17 ya había entrado a la universidad, pero no había entrado aún a una mujer; tampoco recordaba aquella vez que salí de una con su dolor y quizás con el mío también; pero esas cosas no las recuerda nadie, supongo... lo digo porque me siento, desde siempre, yendo "A" y viniendo "De" La Mujer esa que nunca llegaré a conocer del todo, esa Dama que se me escapa por vastos salones a través de los cuales me guía sólo el perfume secreto de su flor con pétalos de carne... Pero, por lo visto, Mi Dama regresa, a hurtadillas; a veces se disfraza de otras, pero regresa...

... a mis 12, N tendría 11, pero ya sabía lo que era un hombre, decían, ahora no me cabe la menor duda (después se hizo evidente) pero aunque nos fuimos de noche a un campo de fútbol yo "no sabía llegar" a donde ella tampoco me llevó y ahí quedó todo, en las lenguas saltando dentro de las bocas del otro, y los abrazos... y masturbarme después, obsesivamente tal vez... A mis 17, N estaba en la playa y nos miramos y pensamos que ya era hora de unir aquella cinta de filme privado rota por mi niñez que no por la de ella, supongo... Nos fuimos hasta donde el río desemboca en la playa y luego de quitarse la arena de las manos ayudó mi sexo a que le conociera por dentro; así, sin muchas ceremonias... y lo único que luego quedaba de todo aquello eran mis rodillas peladas en la arena y la visión lejana de aquella cinta de vía por donde viniera bajando un vehículo como si fuera un dios mecánico al que yo le rogaba, por favor, que no me viniera aquella eyaculación que pugnaba por salir sin compromiso alguno, como en aquellas solitarias sesiones de masturbación donde me debía sólo a mí mismo y a una momentánea satisfacción  que luego me arrojaba, inclemente, a la soledad interior que siempre me acompaña, esa mi única eterna y fiel amante... Quedamos en vernos después... pero después llegó B, quien también había sido "mi novia"  a mis 15 pero que me dejó, harta de la escuela y de un noviecito medio bebé, siete años menor que ella, para casarse con un amor verdadero que la traicionó casi enseguida con la muerte y se marchó para siempre de su vida física...

-Tengo que decirte algo antes de que sigamos adelante... tengo Mal de Hansen... bueno, tuve; dice la Doctora que ya estoy casi de alta...

-Sí; sé lo que es, pero... no puede ser...!

Me pone su mano sobre la boca y, no sé por qué, la muerdo con desesperación, como si quisiera dejarla para siempre unida a mí... como si quisiera curarla de esa retórica verbal que no engaña a nadie con el nombre de su descubridor o qué sé yo, que la lepra ya de nombre es bastante fea, aunque no se pueda ver en el otro...

-¡Ay chico, no seas animal!...

La besé en la boca, para que sintiera que no me daba asco, para que me perdonara aquella mordida desesperada, como en un intento de salvación inconsciente (creo ahora)...

-¿Oíste bien lo que te dije?!...

-Siiiíí... no jodas más con eso... ¿a qué viniste entonces?!-... Algunos de los que estaban sentados en bancos cercanos miraron hacia mí  como preguntándose, curiosos, por aquella improvisada quizás "escenita peri-matrimonial"... -Es bonita Tu Hija- le dije para variar, inclinándome sobre el cochecito... -Salió a tí, china como tú...

-Su Papá era muy bonito, sus alumnas se volvían locas por él...

Intuí un rival invencible... no se puede pelear contra un amor muerto, no el amor sino el que lo provocó... qué rabia!... (Nunca llego el primero aunque sean vírgenes como las Madres de mis dos Hijos!)...

-¿Cuándo puedo ir a tu casa... hoy?

-No, hoy tengo la menstruación; será cuando vengas de la universidad, el fin de semana que viene... Y pórtate bien porque  Mi Prima, que está en 2º año de tu carrera, sabe lo nuestro y me va a contar en qué andas... así que ya sabes!...

-Ah, sí?!... todavía nada de nada y ya me estás controlando?... no me gustan las mujeres celosas; sé cómo es eso, lo digo por mi Mamá...! 

...
Está acostada frente a mí, desnuda... la miro sin saber por dónde empezar... me motivan sus pezones morados, estrechos en la base del seno y perfectamente cilíndricos hacia arriba... y su pubis, lleno de un vello negro intenso "como ébano vidrioso de sosegada rabia", muy pegado a la vulva después de quitarle las bragas... entonces noto la brillosa humedad que aflora entre esos vellos y no puedo resistirme a tocar... inconscientemente me llevo los dedos a la boca y pruebo... sabor desconocido... 

-Cochino!... Jijijiji-... (está nerviosa, confundida)...

-Dame tú, con tu mano...

-¿Qué... que te dé qué?!...

-Que me des de lo tuyo, de tí... con tu mano-... Le cojo la mano y acomodo sus dedos sobre la vulva, presiono hacia arriba y luego me los llevo a la boca y los chupo con fruición...

-Yo creo que tú estás loco...!

-Retoza conmigo chica, no seas mala... anda...

Siento un ruido extraño cerca de mis oídos, son las uñas de ella rasgando las sábanas mientras mueve sus caderas sobre mí... mojo un dedo en mi boca y lo inserto en su ano... siento como se sobrecoge inicialmente y luego comienza a vibrar... busca mi boca,  y mete su lengua en ella mientras se la chupo... ella pone su lengua tensa, como si tuviera filo y la pasa sobre el borde de la mía... tenso también mi lengua y ella entonces se distiende y exhala un suspiro profundo, como si fuera el estertor que conduce a la muerte... luego se queda laxa sobre mí... la tensión de mi pene aumenta aún más sin que  pueda controlarlo, pero no consigo eyacular... la acaricio suave, por todo el cuerpo... y le soplo aire en el cuello con mi boca... estamos ardiendo, sudados... Lo he vivido todo como si me lo estuvieran contando, como si estuviese de voyeur en un recinto donde otro Yo hace el amor con una  mujer medio-china que me aturde con su olor y sus texturas... Creo que acabo de ingresar al país de "los hombres de mundo"... Donde quiera que estés ahora te doy las gracias, B. 

...
N se me aparece en la casa, de mañana... 

-Habíamos quedado en algo... ¿te acuerdas... en la playa?...

-Ah, sí... aquel día...

-No pareces muy entusiasmado...

-Si supieras...

-No, no me vengas con cuentos ahora...!

La tomo de la mano mientras cierro la puerta... al carajo los vecinos chismosos esos! 

... Sus sostenes están sucios... Dios mío... será que no me dí cuenta de esas cosas en la playa porque era la playa...?!

-Oye, me duele la cabeza!

-Coño, parece que hoy no es mi día contigo; ni que fueras un actor de cine o un millonario para que anduviera detrás de tí por nada...!

-Mira, no te pongas así... otro día nos vemos, ya te aviso...

-No, no te molestes!...

Bueno, pienso, lo ha dicho ella...

Años después:

I
En el portal de la casa de B hay unos extraños... me acerco: 

-Buenas, aquí no vive una mujer, china ella, llamada B?

El hombre me mira como a quien acabara de llegar de otro planeta...   "-Esas gentes se fueron hace años ya... están en Miami" ...

... Qué vacío repentino siento!...

II
-¿Sabes quién se mató en un accidente en Angola?

-Oye, no soy adivino ¿quién?!...

-N

-Ah, sí, me acuerdo de ella... (quise responder frío y distante... pero Dios sabe que no pude.)
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