
Lejos de tratarse de una novela bélica, El juego de los deseos se erige como una novela humana, icónica de las luchas internas que la mujer debe librar en su particular campo de batalla.
Dentro de la contextualización en las fuerzas armadas españolas, aborda dos temas fundamentales: la búsqueda de la propia identidad, del papel que cada uno de nosotros debe representar en esta sociedad, y la búsqueda de la libertad, de aquella que nos otorga la capacidad de elección y por tanto la capacidad de amar con toda su plenitud sin condicionantes externos.La novela parte de una prolepsis, o flashforward, a partir de la cual se va construyendo una historia narrada por tres mujeres que nos llevará desde Qala-i-Naw, en Afganistán, hasta Ayamonte (Huelva), pasando por la Academia de Infantería de Toledo, en un periplo de misterio e intriga que nos depositará en un desenlace abierto e inesperado. Concebida como un largo poema a tres voces, Laura, Adela y Galiana se van a comportar como sirenas a las que se les ha sacado precipitadamente del agua y que buscan refugio bajo la lluvia; una lluvia eterna que, cual maldición, se superpone a cada instante, a cada suceso, a cada fracaso, y que igual que la rueda de un molino, va dando vueltas sin parar.
«Un profundo y minucioso viaje por los sentimientos donde tiene lugar la vida, la muerte, la soledad, el destino y el lugar no geográfico que cada uno de nosotros habitamos. Una novela necesaria para la sociedad en su conjunto». Anamaría Trillo.