El kentucky de santa mónica y su mugre hasta en el menú

Si los errores, fallas y desatinos en un restaurante familiar, donde el dueño participa tanto en la cocina como en la atención al público junto con su esposa, hijos, sobrinos, resultan dignos de mención y crítica, con mucha mayor razón hay que señalarlos y reseñarlos cuando se trata de grandes cadenas o franquicias.

Alguien podría decir que manejar un restaurante de tamaño mediano no se compara en dificultades, con tratar de administrar de manera coherente y

uniforme una gran cadena restaurantera, pero la verdad es que aunque esto último sea muy complicado, las grandes cadenas tienen a su favor el disponer de una serie de recursos con los que no cuentan los pequeños y medianos restaurantes de administración “familiar”: Dinero, contactos y relaciones de toda índole, personal, experiencia, clientela asegurada, etc.

Es por eso que entrar en un KFC (Kentucky Fried Chicken) y encontrarnos con grandes áreas del piso sucias y hasta pegajosas, mugre en las paredes, en el techo,

y en el equipo de exhibición tras la barra; sillones rasgados en su tapicería y con el hule espuma de fuera, ocho moscas volando y posándose sobre las mesas en una sección del Piso particularmente sucia, resulta vergonzoso. Sí, vergüenza debería darles a los franquicitarios y/o administradores de la Sucursal 541 de KFC en Santa Mónica, Pino Verde 45, en la lateral del Periférico, unos 100 metros al sur de la avenida Mario Colin, poner en sus manteles individuales de papel, que siguen lo que el Coronel Sanders les enseñó (!sic), cuando la verdad, el viejo fue siempre

extremadamente limpio, exigente y cuidadoso con lo que implicaba el manejo de su floreciente franquicia, razón por la cual alcanzó el inusitado éxito por encima de sus competidores.

La sucursal de KFC Santa Mónica, en Pino Verde 45, es una desgracia para la cadena pollera, una falta de respeto y una agresión absoluta hacia los clientes. A todo lo anterior hay que agregar un personal absolutamente distraído e incapaz,

que se confunde al entregar las órdenes y, por ejemplo, sirve piezas de Crujipollo cuando lo que se le pidió fueron piezas de Receta Secreta; se confunde y entrega Coca Cola en vez del refresco de manzana que había sido ordenado, y se la pasa chacualeando y riéndose mientras entrega órdenes equivocadas.

Uno dice “… bueno, pero hay lugares con deficiencias similares que acaba uno aceptando por lo delicioso de su comida”. Éste NO es uno de ésos. Coleslaw pasada, bisquets resecos y crudos, porción mínimaminimísima de pechuga de pollo (poco menos de 50 gramos) en una triste ensalada que venden a $89.00 pesos!!!, hamburguesa Suprema, en la que el pollo era una pequeña porción en el centro y ni siquiera llegaba a los bordes del pan.

Si a usted le gusta comer en el Kentucky, evítese la desgracia de hacerlo en la Sucursal 541 KFC en Santa Mónica, Pino Verde 45. Es un asco, en todos los sentidos.

Calificación de Police Gourmet (del 1 al 10): 1

NOTA.- Mi hija y yo tenemos criterios diferentes respecto a muchas cosas, de manera que no asumo responsabilidad alguna respecto a lo que ella diga.

COMENTARIOS DE MI HIJA, LA MENOR (es adolescente):

Increíble que una franquicia tan grande y que lleva reinando en el mundo

durante muchísimos años, tenga sucursales manejadas por personas a las que ni siquiera les importa si el lugar está limpio, si hay criaderos de moscas en las

barras, en las mesas para los comensales (llenas de boronas, pedazos de pollo, de bisquet), si el techo parece de fábrica de los ’80, sucio y engrasado, si los asientos están rotos o si el piso está lleno de algún líquido parecido al que sale de las pollerías de barrio cuando acaban de vender. Parecían haber enjuagado los pollos, esa mañana, en el área de las mesas, y cuando llegó la clientela, sólo medio secaron y dejaron charcos de agua que más tarde serían pisados por los comensales que irían dejando huellas negras a cada paso que daban. (NOTA.- Esas señales amarillas que aparecen en las fotos, las pusieron después de que mi hermana mayor les hizo notar su porquería).

Bien, habiendo procesado esta información, me parece podría ser de su interés

saber que su comida no precisamente lo compensa. Una ensalada de $89.00 pesos servida en un envase con forma de plato, que estaba lleno de lechuga, con unos trocitos de mango feo, desabrido y sin sabor por encima; unas tiras pequeñas de eso que suelen llamar totopo o tortilla frita, pero de las de marca Milparreal o similares, que generalmente saben horrible y no son tortilla real…. y un trocito de pollo que no llegaba ni siquiera al tamaño de 1/4 de pechuga de pollo del mundo de los Hobbits….

Aparte de esa ensalada digna de un reconocimiento a una de las más feas ensaladas que se puedan haber creado y preparado en el mundo, nos dan una

ensalada coleslaw podrida, unos bisquets resecos, que cada vez son más pequeños y cada vez parecen más un disco de hockey (bueno, hasta el disco de hockey está más grande y MENOS APLASTADO!), y unas piezas de pollo que parece fueron sacadas de un pollo de Chicken Little!!!!

Lo que más me sorprende, y es realmente increíble, es la gente que come ahí. Entran ya hipnotizados, se acercan a la barra de atención a ordenar y cuando les entregan su comida, se les ve tan felices caminando rumbo a la mesa de su agrado (curiosamente, justo la que está al lado de las moscas), y comen sin importarles si

hay moscas, si las mesas están sucias, o si están a punto de comerse un pollo lleno de gérmenes y huevecillos de moscas. Después de ver estas imágenes, se darán cuenta de que el Coronel Sanders, cuando creó esta franquicia, no tenía precisamente la idea de ver su marca manchada de esta forma…

A los que administren este lugar, honestamente, y con iniciales que entiendan, les digo:

You KAN all go FUCK someone else and eat your horrible CHICKEN!!!! (Excuse my french).

Yeah…. Remember this three letters: KFC…. Ahora significa la frase de arriba, muy abreviada… O si gustan, más corta: KENTUCKY FILTHY CHICKEN (KFC)…

PARA CHUPARSE LOS DEDOS?????? Mejor no se chupen tanto los dedos, y empiecen a limpiar mejor el piso, las mesas, y no dejen restos de comida,