Revista África

El laberinto de la ausencia (17): sofitel luxury hotel

Por Chemacaballero

  Las noticias de estos días se centran en la detención del director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn. Como este señor es inocente hasta que se demuestre lo contrario no voy a opinar sobre los motivos que le han llevado a la prisión de Rikers Island.

   Me detengo en algo que comentan muchos periódicos: el tren de vida del señor Strauss-Kahn que supuestamente había ido a Nueva York a pasar un fin de semana con su hija, estudiante de máster allí. Como tantas otras veces se alojó en el Sofitel Luxury Hotel que se encuentra en el número 45 de la calle 44 oeste, muy cerca de Time Square, centro neurálgico de la ciudad. Hasta aquí todo de lo más normal. Lo que llamó mi atención fue que, según los periódicos, cada noche en ese hotel cuesta 3.000 euros.

EL LABERINTO DE LA AUSENCIA (17): SOFITEL LUXURY HOTEL

   Entré en la página del hotel (http://www.sofitel.com/gb/hotel-2185-sofitel-new-york/index.shtml) y no encontré ninguna habitación con ese precio. Eso sí, la más económica que aparece es de 322,82 euros la noche (sin desayuno). No sabría qué comentar: ¡qué no debe haber en esa habitación para que te cobren esa cantidad y ni siquiera te den de desayunar! Si en cualquier hotel de incluso 50 euros la noche te pones las botas en el bufe del desayuno. Pero este es un mundo que se me escapa. Dicen los periódicos que la habitación 2086 donde se alojaba Strauss-Kahn es una suite con dormitorio, baño de mármol, tres salones y un surtido mini bar. Lo del nutrido mini bar lo entiendo, pero lo de los tres salones para pasar un fin de semana se me hace difícil de imaginar. Todo esto debe ser un pequeño ejemplo del nivel en el que viven personas como el director ejecutivo del FMI. Y, a pesar de eso, creí que a  los periodistas se les había colado un cero de más.

   Comentaba estas cosas con una amiga, mientras tomábamos una cerveza y mirábamos al mar, y ella, que sabe mucho de esos metamundos, me dijo que las habitaciones de 3.000 euros no se anuncian en  la web porque no están al alcance de cualquier ciudadano. Me dijo que volviera a visitar la página y me fijara en que seguramente pedirían un número de socio o de tarjeta de fidelidad. Y así es, parece que existe un “A club” al que no tienen acceso el común de los mortales.

   Curioso que esta persona que está imponiendo a tantos ciudadanos europeos, entre ellos a los españoles, bajadas de sueldo, congelaciones de pensiones y otros recortes sociales y al que nuestros políticos obedecen sin rechistar ni cuestionar, no tenga ningún reparo en gastar esas cantidades de dinero (¿Por cierto, quien paga ese tipo de facturas? ¿Las paga él de su bolsillo? ¿Las pagamos todos los contribuyentes a través de las aportaciones que hacen nuestros gobiernos al FMI?…)

   La zarpa del FMI también llega a África. En los años 80 y 90 del siglo pasado, por ejemplo, impuso políticas neoliberales que tuvieron efectos devastadores y que aumentaron, considerablemente, la brecha entre ricos y pobres y dispararon la corrupción y que no son ajenas al surgimiento de muchos de los conflictos que asolaron gran cantidad de países subsaharianos.

   No han cambiado mucho las cosas en el continente después de casi veinte años y el alivio de la deuda a cambio de políticas neoliberales sigue causando estragos, a pesar de que las perspectivas del FMI anuncien un fuerte crecimiento económico para los países del África subsahariana. Crecimiento que, curiosamente, no está repercutiendo en la creación de puestos de trabajo o en la reducción de la pobreza.

   Incluso los informes favorables al FMI apuntan a que sus operaciones en África son confusas, vagas y poco transparentes y adolecen de una enorme brecha entre los objetivos que están sobre el papel y la práctica: http://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=40377

   En una de esas paradojas que de vez en cuando nos proporciona la vida, descubrimos que la persona que ha presentado la denuncia contra el todo poderoso director general del FMI es una migrante africana, de nombre Ophelia, proveniente de Ghana, uno de los países estrellas de los programas del organismo internacional.

   Y todo esto coincide con el desalojo de la Puerta de Sol de los jóvenes que tras la manifestación del pasado domingo decidieron acampar en una de las plazas más representativas de la capital. El mismo gobierno que aplaudió a los jóvenes tunecinos que tomaron las calles, a los cientos de personas que durante semanas acamparon en la plaza Taharir de El Cairo, a los que lo intentaron en la plaza de la Perla de Manama, en Baheim… ahora, de noche, desaloja a sus propios ciudadanos, porque las revoluciones, cuando se producen en el patio de nuestra casa, molestan y dan miedo.

   Como homenaje a Ophelia y a todas las mujeres africanas que tienen que dejar sus países buscando una vida mejor por culpa de los poderosos de este mundo os dejo con una mujer de Ghana, Ohemaa Mercy, que canta góspel. Esta canción se titula Wobeye Kese:


Volver a la Portada de Logo Paperblog