Revista Cultura y Ocio

El lado oscuro de la literatura: Los escritores fantasmas

Publicado el 05 junio 2018 por Marisol Marisol Fernández Recalde

El lado oscuro de la literatura: Los escritores fantasmas La tecnología y el mercado ha avanzado a tal punto que, día a día, las personas deben sortear mil obstáculos para actualizarse constantemente y estar al margen de las demandas de su respectivo nicho comercial. Pasa lo mismo con la literatura, donde cada año se lanzan éxitos de ventas de novelas, biografías, artículos recopilatorios y derivados. Las editoriales necesitan vender sus libros, por lo que buscan personas capaces de redactar textos directos y atrayentes para el consumidor. Y es así como se generan los best sellers.

Aunque no lo crea, la mayoría de estos best sellers fueron escritos por varios escritores anónimos, los cuales ceden sus derechos a una sola persona, quien es el autor del libro. Así es, ese autor lo único que hizo fue firmar la obra y añadir su fotografía en la contraportada para que todos piensen que él o ella lo escribió. Estos anónimos, ocultos tras las sombras, buscan trabajar de la escritura para ganar dinero con su talento. Antiguamente se los conocía como “negros”. En la actualidad son conocidos como “escritores fantasmas”ghostwriters, en inglés.

Los escritores fantasmas han existido desde hace siglos, remontándose en la época de Alejandro Dumas. Así es. Se dice que él contrataba a “negros” para que escribieran sus novelas. Así que lamento decepcionarte si disfrutaste de novelas como “Los tres mosqueteros” y “El conde de Montecristo”. Esas fantásticas historias no las escribió él, sino otras personas. Incluso se sospecha que Shakespeare no creó sus obras de teatro, sino fue un noble caballero el cual lo contrató para que se hiciese pasar por el autor.

En el presente, se sospecha que Stephen King utiliza escritores fantasmas, así como muchos otros autores de bestsellers. Quien sabe, quizás hasta la autora de Harry Potter lo haya hecho. Eso sí que me rompería el corazón, porque crecí a la par de ese mago y admiraba la fortaleza de esa escritora de vencer los obstáculos para salir de su crisis económica. Aún así, esta es una realidad que existió y sigue existiendo y, con el auge de internet, ahora es fácil buscar a esos escritores fantasmas para contratar sus servicios.

Muchos lo consideran un trabajo deshonesto, pero no existe una ley que impida trabajar como escritor fantasmas. Es como un trabajo cualquiera. El escritor ofrece sus servicios, el editor o autor de la obra a publicar lo contrata, le da las indicaciones para que escriba la historia, la cantidad de palabras y el costo total del mismo. Y una vez realizado el trabajo, el escritor cede sus derechos y su trabajo es publicado a nombre de otra persona. Por supuesto hay diversas formas de “figurar” en el proyecto. Algunos escritores fantasmas son mencionados como colaboradores de la obra, mientras otros figuran como editores o correctores del texto.

Y creas o no, muchos autores conocidos han iniciado como escritores fantasmas. Está el caso de Mario Vargas Llosa, quien fue contratado por una mujer millonaria para que le escribiera su libro. Por suerte para él, logró hacerse fama por sí mismo y hasta ganó un premio nobel de literatura.

Ahora que sabes sobre los escritores fantasmas, me gustaría que te fijaras en el libro supuestamente escrito por tu escritor, actor o youtuber favorito. Fíjate en la forma de redacción, visualiza los videos en los que aparece hablando sobre algún tema en general o, incluso, donde lo entrevistan. ¿Realmente crees que esa persona escribió ese libro? ¿Cómo reaccionarías si supieras que fueron un grupo de escritores quienes en realidad crearon los textos? Como lastimosamente no hay forma de demostrar que los libros fueron escritos por los escritores fantasmas, solo queda mantenerte en la duda y decidir si seguir o no invirtiendo en esos libros.

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