Revista Cultura y Ocio
Hace unos días vi la película: el ladrón de palabras. La verdad que el título me llamó poderosamente la atención así que me dispuse a verla. El argumento de la peli es básicamente de un escritor que escribe sobre otro escritor. El personaje del que habla no consigue tener éxito con su novela, que alguien crea en ella para se la publique así que el destino le pone una buen dilema encima de la mesa: se encuentra un manuscrito que realmente vale y con él que tendría ese éxito y reconocimiento que quería. Que difícil decir que no a tu sueño ¿no? Pero realmente, cuando escribimos, ¿cuál es? En este mundillo he conocido personas que escribían que lo habrían hecho con los ojos cerrados. Conseguir fama, dinero, popularidad, sin esfuerzo.
¿Qué haríais vosotros si realmente lo tuvierais al alcance de la mano? Mirad en vuestro interior de verdad y haceos la pregunta, pero no pequéis ni de humildes ni de tópicos, pensando que todo el mundo se vendería, habría quien sí y habría quien no, simplemente que cada uno piense como actuaría en ese caso.
Creo que el argumento, aunque tiene partes que no me gustan demasiado, es bueno porque te hace replantearte como queremos nosotros movernos por el mundo editorial. No todo el mundo se encuentra manuscritos que firma como suyos, pero hay muchas clases de tretas y yo he visto algunas (algunos escritores han querido que yo participara en ellas).
Cuando el personaje decide publicar algo que no es suyo, a sabiendas, se priva así para siempre de saber si su obra habría valido de verdad, ya que sus obras verdaderas son publicadas gracias al éxito del primero. Realmente tiene un éxito que no le corresponde y la culpa seguramente le perseguirá por siempre. Lo que pasa que para eso hay que tener escrúpulos y conciencia. Todos nos equivocamos, lo malo es cuando ni siquiera queremos arreglar lo que estropeamos.
Os recomiendo la peli para todos aquellos que escribís, porque quizás os sintáis identificados con algunas partes y también os haga pensar como queréis conseguir vuestros objetivos, y que clase de escritor os gustaría llegar a ser. Yo, lo tengo claro.