El laurel, una bendición en la costa

El laurel es una especie autóctona que soportó estoicamente las glaciaciones en los refugios más favorables. En la Península se encuentra principalmente junto a la costa, ya que no soporta las heladas y necesita cierto grado de humedad...

Es muy apreciado por sus virtudes culinarias, medicinales y mágico-religiosas. La antigua expresión griega 'llevo bastón de laurel', que significaba no temer nada, ni venenos ni maleficios, evidencia su prestigio. Según la leyenda, cuando la ninfa Daphne huía del intento de seducción de Apolo, invocó la ayuda de su padre, Peneo, una divinidad del río que, para liberarla, la transformó en laurel.

Ya las sacerdotisas del templo de Apolo masticaban sus hojas para inducir su mente en estado de trance y así poder acceder a sus profecías, o bien inhalaban sus vapores con el mismo fin. Formó parte de muchos rituales, como los que se practicaban para la adivinación en el santuario griego de Delphos, donde se encontraba el famoso oráculo.

Este lugar mítico de reunión de dioses y musas se hallaba a la sombra de los bosquecillos de laureles que vivían alrededor de las fuentes. El citado oráculo tuvo una gran influencia en la antigua Grecia y la importancia del laurel en los ritos que allí se practicaban podría hacernos pensar en un verdadero santuario del árbol. Roma también veneraba el laurel como protector de casas y palacios, además de símbolo del triunfo. Una corona de hojas de laurel generalmente se entregaba como recompensa a poetas, deportistas y guerreros en la antigua Grecia y Roma.

De fuerte sabor, se utiliza en infusiones para acceder a estados de clarividencia y sabiduría; quemando sus hojas se puede llegar a tener visiones, y poniendo unas hojas debajo de la almohada se inducen los sueños proféticos. Se utiliza para obtener protección y para purificaciones, y se utiliza como amuleto para repeler el mal y las fuerzas negativas. Durante los exorcismos se quema o bien se esparcen sus hojas, y durante las ceremonias de purificación se mojan las ramas en agua para esparcirla. De hecho, en la Pascua católica, el Domingo de Ramos se escenifica la entrada de Jesús en Jerusalén, que es recibido por los fieles portando sus ramos de laurel, que posteriormente son bendecidos por el sacerdote, ramos que se guardan en casa todo el año para la protección de la vivienda y sus habitantes.

En Grecia las iglesias ortodoxas todavía se alfombran con sus hojas para las ceremonias. Se utilizan las hojas de laurel junto con el sándalo para deshacer maldiciones, quemándolo todo en un carboncillo. Otra cosa para lo que se utiliza es para enfocar deseos que quieran hacerse realidad, escribiendo la petición en sus hojas y luego quemándolas.

Receta de una infusión de laurel y canela, muy digestiva y de agradable sabor, que puede ayudar a abrir vuestra conciencia psíquica:

Ingredientes:

• Un litro de agua
• Una rama de canela
• Cinco hojas de laurel

Preparación:

• Hervir un litro de agua con la rama de canela y las hojas de laurel.
• Dejarlo hervir unos 15 minutos. Con esta dosis hay para cuatro tazas.

Beneficios para la salud

El laurel tiene efectos bactericidas, antisépticos, expectorantes y antiinflamatorios. Los especialistas lo recomiendan para reducir síntomas de enfermedades respiratorias como gripe, faringitis, sinusitis y bronquitis.

Se usa en dietas para bajar de peso, ya que es diurético y elimina toxinas del organismo. También reduce la presencia de ácido úrico y resulta beneficioso para personas con problemas circulatorios, gota o enfermedades hepáticas.

Regula el flujo menstrual. Es un buen aliado contra la fatiga, ya que estimula y reactiva el tono muscular. Además alivia infecciones bucales. También reduce el estrés y ansiedad. Es antirreumático. Si queremos se mejorar la salud de los folículos del cabello y eliminar la caspa, remojar las hojas de laurel en agua y luego masajear en el cuero cabelludo después del cabello limpio.

También puede usarse de forma tópica para regenerar la epidermis o para tratar ciertas afecciones de la piel causadas por hongos, así como para contusiones, quemaduras, úlceras, abcesos o acné. Utilizar una compresa caliente con la infusión de las hojas de laurel para curar infecciones de la piel. El aceite de laurel se utiliza en aromateriapia para aliviar el dolor muscular.

Las hojas de laurel pueden mejorar la sensibilidad a la insulina y son útiles en la regulación del azúcar en la sangre. Esto convierte al laurel en una gran hierba de elección para los que tratan con diabetes o simplemente quieren un poco más de ayuda para mantener el azúcar en la sangre bajo control.

En la cocina y en la casa

Se recogen las hojas y se ponen a secar a la sombra, teniendo en cuenta que las de más de un año pierden sabor y propiedades. Una hojita de laurel en los guisos y cocidos de la cocina tradicional debe estar siempre presente, no sólo por el sabor, sino por sus propiedades aperitivas, carminativas y digestivas. También se usa para condimentar escabeches, adobos, carnes y pescados y combina muy bien con el tomillo, el eneldo y el perejil.

En la casa se pone un puñado o una bolsita de tela con hojas en el armario para proteger la ropa de la polilla, y, quemadas, se usaron para purificar el aire y dar buen olor. La madera se ha empleado para hacer cajas, torneados y utensilios diversos, y su leña desprende un aroma intenso y agradable. El laurel actúa como un repelente natural contra insectos.