Revista Cultura y Ocio
El lejano país de los estanquesLorenzo SilvaISBN: 9788423344864Formato: Rustica con solapas– 248 Págs Editorial: Destino
El cuerpo desnudo de una joven austriaca pende atado de las manos en un chalet mallorquín. Ni los signos de violencia, ni la pestilencia de una muerte estival ocultan su inquietante belleza. En el revólver hallado en la basura abundan las huellas de una sesentona suiza de fama libertina, pero la vida turbia de la joven, Eva Heydrich —un ser irresistible consagrado tanto al placer como a la destrucción—, sugiere que la sencillez del crimen es tan sólo la punta de un iceberg. En Madrid, la Guardia Civil confía el caso al experimentado sargento Rubén Bevilacqua, o «Vila» para sus compañeros, ex-psicólogo desempleado para quien Jung era sólo un aficionado, y a la inexperta agente Virginia Chamorro, cuya eficacia policiaca será puesta a prueba por primera vez. De incógnito entre nudistas teutones, turistas desenfrenados y mafiosos locales, Bevilacqua y Chamorro se adentrarán en el reverso oscuro de una apacible urbanización mallorquina tratando de desentrañar los últimos días de la joven asesinada.
Para mí el verano siempre es época de rescatar lecturas que no he podido coger en otro momento, aprovechando el vacío de responsabilidades para hacer lo que me de la gana. Por ejemplo, yo que soy tan adicta a la novela negra, no había leído nada de la serie de Bevilacqua y Chamorro, escrita por Lorenzo Silva. Y eso no podía ser de ninguna manera. Primero porque ya casi se puede considerar un obligado en del genero en español, y segundo porque dicen que realmente merece la pena.
Hace años que había leído La flaqueza del bolchevique, y tenía el recuerdo de una narrativa directa y fluida que te ataba sin remedio. Y sí, mi memoria no me fallaba. Me encontré de repente en una historia que me aportaba justo lo que andaba buscando. Para empezar, nos plante frente al caso, durante el levantamiento del cadáver, para luego saltar a una narración en primera persona por el sargento Bevilacqua.
Se trata de la muerte de Eva Heydrich, de nacionalidad suiza (ahí el lejano país de los estanques), una joven muy atractiva y que generó grandes escándalos con su llegada a la isla. La primera sospechosa es Regina Bolzano, una mujer de cincuenta y tantos con la que vivía, manteniendo una relación intima. Y no quedándose solo ahí, mantuvo contactos esporádicos con muchas personas de la zona (hombres y mujeres) además de comportarse de forma muy desinhibida. Vamos, una mujer de cuidado que generaba pasiones tanto para bien como para mal.
Teniendo en cuenta los ambientes en los que se movía y la falta de colaboración de la gente, Bevilacqua es enviado para investigar de incognito junto con una novata Chamorro. Y aquí es donde empieza lo bueno, porque los dos protagonistas no tienen desperdicio. Siendo el propio sargento el que nos narra la historia permite una visión más directa y apreciamos las cosas de otra manera.
El sargento es absolutamente genial: hace uso de un humor un poco irónico, pero es muy observado y tiene mucha experiencia en lo que hace, sobre todo de incognito. Chamorro sin embargo es joven e inexperta, sin muchas tablas pero con ganas de superarse. Componen una curiosa pareja de trabajo, pero que combina perfectamente y que realmente es lo importante de la novela. Casi al terminar ya somos capaces de darnos cuenta que son muy reales y muy cercanos, con virtudes y defectos como todo el mundo.
Los secundarios también son realmente buenos, estrambóticos y peculiares a su manera, pero bastante bien definidos teniendo en cuenta que la mayor parte de los esfuerzos se centran en los principales. Porque al ser la primera vez que trabajan juntos, Bevilacqua busca caracterizar a su compañera. Pero su afán por saber y juntar piezas también le lleva a descifrar a cada sospechoso, sacándolo de la zona difusa para que el lector lo vea tan claro como él.
Por otra parte, nos encontramos metidos de lleno en un ambiente de turismo loco y casi sexual. Que por cierto, es tratado de manera directa pero sin caer en vulgaridades. La verdad es que se agradece porque en ningún momento se deja llevar por lo escabroso y lo lleva muy como la guardia civil: con profesionalidad. Tengo entendido que en otras novelas continua con temas similares y que en ningún caso sale de su estilo.
Y sí, lo mejor es la presentación de los personajes porque el caso en si mismo lo que permite es ver cómo se comienzan a desarrollar como compañeros. Quizá no aporte mucho a aquellos que han comenzado por entregas posteriores, pero creo que realmente merece la penar comprobar los inicios. La investigación en sí misma la he visto extraña. Casi rocambolesca, muy llena de idas y venidas un poco al azar, y que aunque no lleven de forma directa al asesino, están aportando algo a la historia.
Sin embargo me han llevado hasta un final que yo no esperaba, quizá porque no estaba atenta. Las pistas estaban ahí: eran muy sutiles, pero estaban. No lo supe ver, igual que los propios guardia civiles no fueron conscientes hasta el final… Un poco raro, si, pero consistente al fin y al cabo. Aunque repito que la trama de la investigación para mi tiene menos importancia en el contexto en que he querido la historia.
Finalizada esta novela, he satisfecho mi curiosidad sobre la posible calidad de la serie protagonizada por Bevilacqua y Chamorro. Aunque el caso me ha dejado un poco fría, el cariño que les he tomado a los personajes sin duda hará que continúe leyendo el resto… A ser posible, en los próximos meses esta vez.