

Propondré tres ejemplos en los que el lenguaje muestra su músculo apoyándose en la lógica, la creatividad y el humor.
Lenguaje y lógica.

Ha vivido 72 años. Durante este tiempo, ha preferido a menudo la compañía de sus perros a la de las personas, y se ha declarado abiertamente ateo, y admirador de España. La sociedad de su época no siempre le ha reconocido sus muchos méritos; sin embargo, su pensamiento y su magnífica prosa iluminarán la obra de autores como Nietzsche, Kierkegaard o Freud.
En un cajón de su escritorio se encuentran encuadernadas apenas 44 páginas de una obra sin título. Schopenhauer había expresado anteriormente sus dudas sobre la conveniencia de haber escrito sobre las "estratagemas de la mala fe que tan frecuentemente se utilizan al discutir"; incluso llega a afirmar que le "repugnan la iluminación de todos estos escondrijos de la insuficiencia y la incapacidad, hermanadas con la obstinación, la vanidad y la mala fe". Sin duda, hubiese preferido no dedicar su tiempo a algo tan peligroso, y mucho menos hacerlo público; sin embargo, se publica una primera edición en 1864.

La verdad, en realidad, carece de importancia.
Con el uso de esta dialéctica erística utilizaremos, si es preciso, argumentos falsos y estrategias que escondan trampas, a menudo éticamente reprochables. Ello resulta irrelevante. Estamos inmersos en una batalla y sólo nos mueve el afán de victoria. A cualquier precio.

Es, en verdad, un libro tremendamente peligroso. Por lo actual.
Lenguaje y creatividad. Es la primavera del año 2000 en el Estado de Virginia, y un grupo de antiguos oficiales se presentan en la residencia de Paul Van Riper, oficial veterano del Vietnam y ex-presidente de la Universidad del Cuerpo de Marines; un viejo militar muchas veces condecorado que relee, en su retiro, antiguas obras de estrategia militar. Sus antiguos colegas vienen a pedirle que participe en un juego de ordenador, en una simulación de guerra que ha costado 250 millones de dólares. Le piden que ocupe el lugar del enemigo. Estados Unidos considera el Golfo Pérsico una zona peligrosa, y quiere prever cualquier contingencia con la que pueda encontrarse. La superioridad del ejercito norteamericano es siempre abrumadora y, sin embargo, nada se deja a la improvisación. El Pentágono ha diseñado el mayor escenario de guerra virtual que se haya preparado jamás: el "Millennium Challenge". Cualquier contingencia puede preverse; nada se deja al azar.


Los analistas no entendían cómo la operativa de los aeropuertos o los mismos teléfonos móviles del ejército de Van Ripel no se habían visto afectados por las emisiones de microondas, que inutilizaban todo dispositivo tecnológico y toda posibilidad de comunicación.

Lenguaje y humor.


El 1 de agosto se endurece la orden; el II regimiento de caballería recibe la orden expresa de Himmler de "fusilar a todos los judíos y empujar a las hembras a los pantanos". La I unidad de caballería recibió órdenes similares.
A partir de ese momento, se desencadenó el horror; Himmler siempre exigía más muertos. Se iniciaron una sucesión de matanzas que culminaron en sucesos como el Kamenez/Poldolsk, con 23.000 muertos en 3 días, o la masacre de septiembre de Kiev, con 33.771 judíos fusilados.

Tras la primera descarga, Himmler se acercó a la fosa, y observó que alguien seguía vivo. Ordenó a un teniente que lo rematara en su presencia. Estaba fascinado.
Insisto ¿Y el humor?
A Himmler se le debía combatir con balas, qué duda cabe, pero el verdadero antagonista de Himmler no es otro soldado. Lo opuesto a Himmler es un humanista, o un cómico. Facundo Cabral decía que "todo cantor es una buena noticia, porque un cantor es un soldado menos". Frente a Himmler, Hitler, Stalin o Pol Pot, la figura que representa la civilización no habla; es un vagabundo mudo que pasea un bastón cimbreante y se muestra caballeroso, torpe y desgreñado, pero digno. Cuando finalmente habló lo hizo en la película "El gran dictador", poco antes de la época de las matanzas del este de Europa, proclamando su amor por la democracia, la libertad y el hombre.

Recordemos que el 1 de agosto había ordenado empujar a mujeres y niños judíos a los pantanos. La Unidad montada del II Regimiento de Caballería se había negado sistemáticamente a fusilar a mujeres y niños. Sin embargo, la orden de su superior era explícita, y debía ser obedecida por los militares.
Y obedecieron. Pero al pie de la letra. Ordenaron a las mujeres y niños que se descalzaran y se introdujeran en el pantano. Allí se mantuvieron en pie un tiempo, con el agua por los tobillos. Después, los dejaron ir, y enviaron el siguiente radiomensaje a Himmler:
"Empujar a las mujeres y los niños a los pantanos no tuvo el éxito esperado, pues los pantanos no eran lo suficientemente profundos como para permitir el hundimiento"La historia, sin embargo, no tiene un final feliz. No podía tenerlo. La unidad montada del II regimiento acabó cediendo a las presiones y fusiló más de 25.000 mujeres y niños judíos. Pero por un instante, sólo por un instante, Himmler recibió el telegrama que merecía. El humor y la burla frente a la arrogante necedad del tirano.
Porque cualquier animal puede matar, pero sólo el humano ríe.Conviene no olvidarlo.Antonio Carrillo Tundidor.