La verdad es que es una historia que nunca ha sido de mis favoritas y reconozco que si no hubiese sido por el aliciente del descuento de la Fiesta del cine habría tardado mucho, mucho tiempo en verla.
Aún así no me arrepiento. La película es muy entretenida, con unos efectos especiales muy logrados, gracias a los cuáles nos olvidamos enseguida de que los que hablan en pantalla son animales y no personas. Mención especial merece el niño protagonista Neel Sethi (prácticamente el único ser humano al que vemos durante la película), al que no le pesa en absoluto ser un novato en esto y, más aún, teniendo en cuenta que se habrá pasado el noventa por ciento de la película rodando delante de una pantalla verde. El chico promete.
Más allá de eso, he de decir que me sobran los dos números musicales. Entiendo que quisieran coger dos canciones tan emblemáticas de la factoría Disney e incluirlas en la película, pero es que no pegan ni con cola. O haces una película musical o no musical, pero esto no. Tampoco entiendo el criterio de porqué unos animales hablan y otros no. Puede no ser importante, pero resulta chocante.
En fin, un film entretenido para toda la familia que no desmerece en absoluto al clásico de animación que todos conocemos.
Nota: 6,5/10