El libro negro de Twitter (Parte I)

Llevo ya bastante tiempo en Twitter. Unos cuantos años, no me hagáis contar cuántos, pero son bastantes para darme cuenta de muchos detalles que rodean a esta red social. Personalmente creo que es la mejor y más enriquecedora de todas. Mucho más interesante que Facebook por supuesto y si dejamos aparte LinkedIn desde un punto de vista puramente profesional, es la que más posibilidades ofrece.

He escrito otros artículos sobre lo que no debería hacerse en Twitter, al menos desde un punto de vista Community manager-usuarios. Pero ahora me gustaría criticar y opinar sobre diversos aspectos que rodean al pajarito azul.

Afortunadamente parece ser que ahora ya no es tan importante tener muchos seguidores o al menos es la percepción que yo tengo. Sin embargo, continúan las cadenas de seguidores yo-te-sigo/tú-me-sigues que son promocionadas en webs, radios por internet (incluso hay horas felices y todo), etc. A todos esos que participan, les preguntaría para qué añaden decenas, cientos y miles de seguidores si no van a leer los tweets. Vamos a ver, ¿alguien se cree que se puede leer un timeline de miles de tuiteros?. Si ya es muy difícil leer unos pocos cientos, ¿cómo leen un timeline de 1.000, 2.000 o 3.000 seguidos?. La respuesta es clara, NO SE LEEN. Añado a gente de perfiles, procedencia y gustos muy diversos que no voy a leer ni una coma. ¿Para qué?, para tener más seguidores para alimentar mi ego personal.

Entonces la mecánica está clara, añado miles de perfiles con la esperanza que me sigan otros miles de esos y poder presumir de cifras. Enhorabuena. Tienes 4.000 seguidores y sigues a 8.000. En otras palabras, no lees absolutamente nada y coleccionas números.
No tienen ningún interés este tipo de usuarios, los podemos denominar los “pájaros ciegos”, que siguen por inercia, sin leer nada de los que vienen detrás.

¿Para qué tienes una cuenta de Twitter?. Hay muchos usuarios que cuentan su vida, a dónde van de vacaciones, con quién salen y adónde, qué es lo que comen, la frecuencia con la que acuden al servicio, etc. Sinceramente, me importa un pimiento que le hayas hecho una nueva foto a tu hijo o te vayas de vacaciones a la Patagonia (aunque eso puede ser muy útil para el chorizo del barrio). Si te sigo es porque me interesa lo que haces. No hace falta que me des los buenos días por la mañana o hagas la tontería de “twitt off” por las noches. Quiero que compartas algo interesante, en qué estás trabajando, cuál es la última noticia que te ha llamado la atención o el aviso que creas importante compartir. Si te sigo es por eso, no para coleccionar un número.

Buceando un poco más dentro del mundillo, nos encontramos con los pájaros hambrientos de Retweets. Son aquellas cuentas que twittean chistes, estupideces diversas del tipo; “Retuitea si tuviste una infancia con esto”, “faltan X días para el verano”, “mira esta foto y compártela”, etc, etc. ¿Cuál es el objetivo de estas cuentas?. Conseguir la mayor difusión posible con RT, FAV o lo que sea. No te van a responder si les contestan, con interacción nula con sus seguidores, sólo quieren que les alimentes. Quizás saquen algún beneficio económico de esto, pero desconozco cuál.

Otros pájaros que puedes encontrarte habitualmente son las cuentas SPAM. Una vez que los has seguido, recibes un DM automático solicitando que sigas su blog, o conectes en Facebook su perfil o servicios que presta.
Acabo de seguir tu cuenta y no me interesa tu vida en Facebook, o al menos de momento. Si te necesito ya te buscaré, no te preocupes. De momento te hago unfollow, pues no me gusta la publicidad gratuita.

Y estos son solo algunos de los pájaros que podemos encontrar en esta red social, que aunque parezca lo contrario tras leer este articulo, es capaz de proporcionar buenos ratos e  información muy valiosa. Todo depende de las cuentas que sigas. Elige cuidadosamente.

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