El Liverpool aprovechó los pinchazos de Chelsea(derrota ante el Palace) y City (empate con el Arsenal) para asaltar el liderato de la Premier League con un contundente 4-0 al Tottenham.
El equipo de Brendan Rodgers vuela imparable hacia un título que no gana desde 1990 y tras ocho victorias consecutivas solo el Manchester City parece capacitado de ponerle freno. En dos semanas (13 de abril), Anfield acogerá un duelo que se antoja a vida o muerte entre los dos grandes favoritos, pues ambos dependen de si mismos para conquistar el título.
Y si el City está fuerte, el Liverpool aún más. Arrolló al Tottenham desde el inicio, con una exhibición de sus atacantes y en especial de Luis Suárez, el mejor futbolista de la Premier League. Se juntó un Liverpool letal con un Tottenham indolente, entregado a su rival desde el minuto 2, en el que Kaboul, en propia puerta se hizo el 1-0.El Liverpool, insaciable, quiso más. Con Sterling, Coutinho, Sturridge y Suárez se lanzó a por la goleada y en el minuto 25 encontró el 2-0, gracias a la voracidad del uruguayo. De la nada creó un gol, al perseguir el error del dúo Kaboul-Dawson y definir genialmente ante Lloris para anotar su gol número 29 en 27 partidos de Premier y batir el récor de Fowler.
El Tottenham ni estaba ni se le esperaba. El 5-0 que encajó en diciembre en White Hart Lane ante este mismo Liverpool le costó el puesto a Villas-Boas en búsqueda de una revolución que no ha llegado. Desde entonces, los spurs no han crecido nada mientras el Liverpool se ha convertido en un gigante. Así, antes del descanso Suárez mereció el tercero tras un buen centro de Sterling que detuvieron entre Lloris y el larguero.
Tras el descanso, Henderson falló a puerta vacía una jugada genial entre Sturridge y Sterling pero Coutinho hizo el tercero en el 55 con un buen disparo desde la frontal. El Liverpool siguió el asedio y Sturridge tuvo el cuarto poco antes de que Henderson lo encontrara en un disparo de falta.
Los minutos finales fueron una fiesta del Liverpool y un funeral del Tottenham. que empezó la temporada con el objetivo de entrar en Champions y hoy, sexto, con el United al acecho firmaría con los ojos cerrados una plaza en la Europa League.