Los niños por suerte no saben dar valor a las cosas. Será algo que aprenderán con el tiempo. Y debido a lo que verán a su alrededor. En muchas ocasiones me he preguntado sobre la necesidad o el snobismo de rodear a un bebé o a un niño de lujo. Y me gustaría hacer un pequeño análisis de la realidad de los niños. Y que necesidad tienen de disfrutar de lo mejor, además de como afectará en su futuro. ¿Es bueno el lujo para los niños?
Las necesidades de los niños.
Como padres siempre queremos que nuestros niños tengan por lo menos lo que nosotros tuvimos aunque siempre esperamos que ellos puedan vivir mejor que nosotros. Algo que parece que en las nuevas generaciones va a ser muy difícil gracias a la gran crisis provocada por el capitalismo mundial.
Pero, si estamos acostumbrados a ver como los famosos colman a sus retoños con una serie de objetos, dedicación (por parte de sus canguros) viajes… Y seguro que en más de una ocasión hemos querido poder comprárselo a nuestro niño. Pero, la cuestión es que necesitan de verdad los niños. Y si son más felices envueltos en un mundo de lujo.
Las necesidades de los bebés son muy muy básicas. Higiene, alimentación y cariño. Es todo. De hecho cuando nacemos no tenemos el concepto de dinero, será el tiempo, el que nos lo vaya marcando. Con lo que no podemos decidir en función del precio. Si tienes un niño se de que hablo. Seguro que tu niño tiene una gran cantidad de juguetes en su habitación. Y sin embargo, en cuanto tiene la posibilidad el bebé, comenzará a jugar con una botella de agua, una caja de cartón, o el papel de regalo. Los niños están en blanco, tienen mucha información que recoger. Con lo que cualquier pequeña cosa les puede llamar la atención y entretenerle. La verdad es que el mundo debería su mejor juguete. Por suerte a esta edad, ellos no son muy conscientes, con lo que durante el primer año, no influirá para nada en su futuro consumista y de sueño con el lujo. Aunque si que se está forjando su carácter.
Cuando el niño pasa del año de edad. La perspectiva cambia. Por mucho que queramos, aunque nosotros tengamos una idea clara para educarle. En muchas ocasiones estamos con las manos atadas.
Los niños de hoy en día, están sometidos a un exceso de información y sobre todo estímulos. Pero, ¿Qué clase de estímulos? En estos tiempos, miremos donde miremos vemos un anuncio, estamos sometidos el 100% del tiempo a anuncios. En unos pocos años, todo cambio. Desde buscar a cubrir unas necesidades que teníamos a crear necesidades, que no necesitamos. Para vender un producto que se ha creado. Normalmente el ser humano quiere lo que no tiene. Y el lujo es algo que pocos tienen.
Con lo que es fácil que los niños desde antes de los dos años. Ya conozcan mejor las marcas comerciales que a algunos familiares. Las grandes marcas se crearon para diferenciarnos. Sentirnos especiales, cuando en verdad lo que estamos haciendo es lo que todo el mundo.
Consecuencias.
Con los años nos hemos metido en un bucle del que parece imposible salir. Cada vez necesitamos más cosas inútiles, para ser felices. Y es curioso si nos ponemos en nuestra situación. Cuando nos hemos criado en un mundo en el que no había casi publicidad, ni marcas. Yo vi mi primeras zapatillas NIKE cuando tenía 8 años. Hoy los bebés recién nacidos pueden llevar más dinero encima en prendas que un adulto hace 40 años. No hay que ser un genio para saber que va a pasar. El consumismo es uno de los puntos clave del futuro. Son las marcas las que nos dan las pautas de la felicidad. Y si no llegamos seremos infelices. Y cada vez será mayor la sensación. Han pasado muchos años desde que Maslow creara la pirámide de las necesidades. Y parece que todo ha cambiado.
Aunque el mayor problema es que esto ocurrirá con todos, incluso con los niños que no consuman lujo. El lujo supondrá otro problema muy grave en los niños. El disponer de lo que queremos cuando queremos, nos hace no valorar nada. Y si además esto ocurre desde que nacemos. No tendremos absolutamente nada por lo que luchar. No tendremos ilusiones y si las tenemos durará un día, o el tiempo que tardemos en ir a comprarla. Además de alejarnos de la realidad del mundo. Viviremos en nuestro pequeño Ghetto, si ghetto. Puede que sea de lujo, pero nos aislamos de los demás.
Y por último un problema al que en alguna ocasión puede que nos tengamos que enfrentar. La posibilidad de dejar de tenerlo todo. Si la cosa no funciona y nos volvemos pobres. La tragedia está servida. No sería la primera vez ni la última que un rico se suicida por la perdida de su dinero. El concepto de la vida que se está extendiendo es muy raro. Como se puede considerar que la vida es dinero y si no lo tengo no merece la pena vivirla. Siempre es más fácil pasar a una vida más cómoda que a una sin lujos acostumbrados a ellos.