Con bromas y jugarretas inofensivas muchos celebraron el pasado 28 de diciembre en una lluvia de carcajadas el " Día de los Inocentes", en el que ya es costumbre obligada jugar con la ingenuidad o credulidad amigos o familiares y aunque la fecha nada en risas su origen no es para nada alegre.
En el Nuevo Testamento, específicamente en el Evangelio de Mateo( Mt 2, 16-18), se relata un episodio atroz, que no aparece en el resto de los evangelios canónicos, ni en ningún manuscrito de los primeros siglos de la era común. El hecho vuelve a presentarse en los evangelios apócrifos, relatando la orden terrible dada por Herodes I el Grande, que desembocó en la " Matanza de los Inocentes".
Tras el nacimiento de Jesús, Mateo relata que algunos sabios de Oriente vieron una estrella en el este, que con su luz les indicó el nacimiento del Rey de los judíos. Los magos se dirigieron a Herodes, esperando saber más sobre la revelación, pero, él en su calidad de Rey, fue preso del miedo ante el surgimiento de un usurpador. Reunió, entonces con premura a los sacerdotes y los escribas, preguntando donde había nacido el mesías.
Belén, un pueblo de la región Judea, fue señalado por los sabios. Mandó entonces Herodes a los magos a que buscasen al niño y le informaran tras encontrarlo para ir a rendirle culto. Pero al encontrar a Jesús, los magos fueron advertidos en una visión de las sombrías intenciones de Herodes, a su vez José, el padre de Jesús, también fue prevenido en un sueño del asesinato que planeaba el Rey, por lo que tomó a su familia y huyeron a Egipto. Herodes, al darse cuenta de que habían ignorado su petición dio la orden de matar a todos los niños menores de 2 años en Belén y sus alrededores, cumpliendo así una profecía de Jeremías que Mateo cita casi literalmente en este pasaje del buen libro.
..." Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió
a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que habían precisado los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: ¨ Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.¨La difusión de este relato en la cultura universal convirtió la figura de Herodes en la encarnación de los opresores que no dudan en cometer los más barbáricos crímenes con tal de mantener su poder. La conmemoración litúrgica de los "santos inocentes" aparece en homilías desde la segunda mitad del siglo IV, vinculada desde entonces a la natividad. A finales del siglo IV o mediados del V la festividad se empezó a relacionar en Occidente con la adoración de los magos. De ahí que se instaurara durante el siglo V el culto a estos santos inocentes y se ubicara la festividad el 28 de diciembre. Aunque esta fecha no guarde relación con el orden cronológico del acontecimiento.