Acaba el año y conviene que retome la actividad de este blog que siempre ha estado sacando las verdades del barquero y combatiendo el adoctrinamiento sectario de los que no entienden otra forma de hacer política que con el “conmigo o contra mí”. Y nada mejor para ello, que hablar de Madrid.
Madrid está siendo gobernada por la ideología y debemos asumir que no hay vuelta atrás, todos los desmanes que ahora hagan, nadie los va a deshacer, cuanto antes se asuma, mejor. Tan culpable es Ahora Madrid (Podemos) como el PSOE, unos por hacer y otros por permitir que se haga. Un tandem que ha llevado a la Alcaldía a una señora que no es consciente de las consecuencias de sus actos y sus palabras.
Madrid va a tener más atascos porque la ideología ha entrado de lleno en la Gran Vía y en febrero empezarán las obras para su peatonalización, dejando dos carriles y restricción a cualquier vehículo privado. Les dará igual que la Gran Vía sea el eje Este – Oeste de Madrid, lo van a hacer y punto. Y el que venga ¿levantará las aceras nuevamente? yo lo dudo.
Madrid va a perder el 20% de los nombres de sus calles porque han metido la ideología en el día a día y las calles ya no son de personajes históricos, si no de “cabrones” y “fachas” o “revolucionarios” y “buenos”. Y el que venga ¿volverá a poner nombres de Generales franquistas a las calles? yo lo dudo.
Madrid se queda sin inversores, Madrid ciudad se entiende, porque el dinero no gusta de asentarse en lugares poco fiables. Y Madrid es poco fiable para los que tienen pasta, temen que la Alcaldesa cambie las reglas del juego a mitad de la partida. Por eso Madrid dejará de ser una futura “City” europea, para convertirse en una urbe de servicios y ocio únicamente cohesionada por el metro y la M30, dos pulmones que oxigenan Madrid del caos absoluto que podría ser esta ciudad.
Madrid se queda más sucia, porque al final ya nadie se acuerda de esa campaña tremenda por las basuras, al final Madrid tendrá menos dinero para contratas de limpieza y la gente se acostumbrará a ver contenedores rebosando tres días, hojas sin recoger en el suelo durante semanas, o cacas de perro en las aceras hasta que se secan. El que ensucia seguirá siendo igual de sucio, pero el Ayuntamiento que limpiaba será menos eficaz. Y el que venga ¿volverá a destinar miles de millones a basuras? yo no lo creo.
Madrid perderá su capacidad de emprendimiento, porque si no hay capital privado que entre por la puerta, para qué van a emprender los jóvenes, para no tener inversores nadie apuesta. Un joven dirá “si a los todopoderosos restaurantes de la zona de Jorge Juan les ha precintado el negocio por un tema de licencia…¡que no me harán a mí!”. Y el miedo a lanzarse a la empresa acabará con tanto pequeño negocio.
Madrid no se reformará, porque Carmena lleva dos años sin ejecutar el 100% del presupuesto, es decir, que piensan en hacer cosas pero luego no pueden ejecutarlas. Así de esa manera ahorran dirá alguien, pero no es así como se debe ahorrar. Madrid ha sufrido cambios en su skyline que la han preparado para el siglo XXI, pero ¿qué inversiones hay ahora?. El que venga si que podrá hacer mucho, pero se verá lastrado por la inacción de quien no arreglaba los agujeros en las calles, no cambiaba los bolardos, o no rediseñaba las vías alternativas al centro para el coche.
Madrid es un espacio mucho menos libre con esta gente que se dedica a vender la “libertad” de los pueblos, pero en cuando llegan al poder no te dejan comerte un donut en el colegio, coger tu coche para ir a trabajar o ver tranquilamente un anuncio de Campofrío (que hasta en eso han metido la ideología y lo han querido vetar).
Lo que si que cambiará cuando los morados se vayan será la cultura…ahí si que será fácil y si que creo que quien venga lo pondrá todo en su sitio de nuevo. El ataque a los valores y la cultura cristiana que empapan todo lo que somos hoy en día está siendo demoledor, pero tiene fácil remedio. Contra una cabalgata pagana, más boato y más niño Jesús. Contra unos titiriteros proetarras…unos titiriteros policías que detienen a los malos y los niños les aplauden. Contra unas obras de teatro guerracivilistas…más teatro moderno y recuperar a los clásicos también. Contra las ideologías totalitarias de género y animalistas…más respeto, más educación y más libertad, pero para todos.