Hoy, a través de una amiga de esa maravillosa red social que es Facebook, conocí una publicidad que, a pesar de ser argentina, y aparentemente ser del año pasado, no vi nunca en ningún canal ni de cable ni de aire.Me pareció excelente, sobre todo para reflexionar, porque parece fácil criar con respeto y apego cuando nuestros niños son pequeños, pero a medida que crecen, y nos imponen mayores desafíos (sobre todo cuando son ellos mismos los que parecen desafiar nuestra paciencia), muchas veces nos salta el "automático", y decimos cosas terribles, de las que tal vez luego nos arrepentimos, pero que una vez dichas, quedan en sus cabecitas para siempre.A veces resulta difícil ver a un niño de 6 años o más como un niño, pero en definitiva eso es lo que es: un niño pequeño. Aunque ya hable correctamente, camine, corra y salta, tenga independencia suficiente para comer, cambiarse, bañarse o ir solo al baño. Es un niño pequeño. Un niño que todavía nos necesita. Y necesita, sobre todo, nuestra comprensión, amor y paciencia. Yo debo recordarlo más seguido. Y seguramente muchos de ustedes también. Y contar hasta un millón, si es necesario, y recordar como me sentía yo con esa edad cuando mis padres me trataban de "tonta", "inútil" o "pesada".Para reflexionar...