“Ahora preferimos pensar en terapeutas estúpidos cuya misión es generar conversaciones que faciliten la renegociación de los significados que paralizan a las personas… preferimos un terapeuta más estúpido, que va por detrás de los cllientes, adaptándose a su ritmo; un terapeuta centrado en las soluciones que trata de facilitar que se amplíen las cosas que ya funcionan.”
Alberto Rodriguez Morejón
Marc Beyebach
Este manifiesto está dedicado a los inconformistas, a los bichos raros de la clase, a los estudiantes e internos de psicología que lo cuestionan todo y no saben qué hacer y qué seguir. A los que la economía los anima a abandonar la Psicoterapia. Que ven cómo fallece el sueño de trabajar en un estudio propio y dedicarse a la clínica (aunque clínica es un término inexacto. Preferiero usar el término “dedicarse a la terapia”). A terapeutas y consultores que buscan obtener su propia voz o hacer de otras voces la suya en el camino de su formación como terapeutas. A todos aquellos que están haciéndose preguntas
constantemente. A los que se ven tentados a traicionar su sueño y eligen la comodidad de un trabajo de cuello blanco y corbata como asistentes o trabajadores de Recursos Humanos. A los talentosos, a los estudiosos, a los estratégicos, a los ideadores, a los que tienen iniciativa y a los que buscan la excelencia. A los que observan su estilo y se exigen con los ojos de un artista. A los que quieren vivir su propia vida ayudando a los demás.
Descarga: MANIFIESTO-EL-TERAPEUTA-ESTÚPIDO