Pensar que así estás bien, sin moverte de tu lugar, disfrutando de la seguridad y la comodidad, es el engaño más grande, generado por tu ego para que no avances.
Quedarse sentado en el mismo lugar, viendo pasar los años, es lo más cómodo que existe.
Sin embargo, la vida no está de acuerdo con tu inacción.
Con toda seguridad en el pasado has tenido experiencias tan fuertes y dolorosas, que han destrozado el suelo que pisabas y creías sólido.
A pesar de las lágrimas, de las penas y del sufrimiento, saliste adelante con una nueva perspectiva y aprendizaje.
Fuiste capaz de poner a prueba tus nervios, tu entereza y lograste sortear la tormenta, aun si pensaste que el final no fue el óptimo.
Y creciste. Viste por un momento que todo en la vida es impermanente.
Eres hoy el resultado de esas decisiones tomadas, buenas o malas, y que pensaste que dejarían tu vida en el sufrimiento perpetuo.
Sabiendo todo esto… ¿Porqué te aferras seguir viviendo el gran engaño? ¿Porqué tener miedo a moverte, a cuestionar, a pensar y a seguir a la manada?