Consiste en un masaje o caricia en el pie, principalmente en la zona refleja de la columna vertebral, y que permite aproximarse al periodo prenatal, durante el que se establecen las estructuras básicas de nuestra unidad corporal y los patrones fundamentales de nuestra personalidad. Nuestros miedos, inseguridades, sentimientos de soledad, etc., forman parte de nuestras vivencias durante la vida intrauterina. En cada persona, existe una relación directa entre su actual percepción de la vida y las experiencias vividas dentro del vientre materno. La liberación de estos patrones fijados en el tiempo prenatal, genera una gran transformación a todos los niveles; cambios de actitud, una nueva forma de percibirse a sí mismo, y de percibir la vida y su relación con ella.
El masaje metamórfico conecta directamente con los patrones de tiempo vividos durante los 9 meses en el vientre de la madre y ayuda a transformar esa información para liberarnos de estos patrones. Todo lo que hemos vivido durante esos 9 meses forma estructura, no solamente para nuestra unidad biológica y orgánica, sino a nivel emocional, mental, social y espiritual. Los 9 meses, con todas las informaciones vitales que ahí se dan, son las que en parte nos conforman, de tal manera que luego continuamos remitiendo durante toda nuestra vida ahí y a la forma cómo lo hemos vivido. Esto nos da una visión de nosotros mismos y a partir de ahí empezamos a tener una visión del mundo, de los demás, de las situaciones que la vida nos va proponiendo.