El mejor deporte es... ¡Correr!

Durante el conflictivo período de la adolescencia fui uno de esos adolescentes a los que no les gusta hacer ningún deporte. Hice algún que otro arte marcial y poco más. Ninguno me atraía lo suficiente como para gastar todas las tardes practicándolo. Así que prefería salir con mis amigos al parque (y comer pipas mientras ligaba, por supuesto), quedarme en casa jugando a la play o trasteando el ordenador (de hecho, sé un huevaco de informática debido a ese turbulento período de mi vida). No me iba mucho el tener que ir detrás de una pelota para meterla dentro de una portería, me parecía estúpido.
Este hábito de no practicar deporte alguno se mantuvo durante el Bachillerato, incluso acabé la carrera sin haber practicado alguno y sin que me llamaran mínimamente la atención. Pero como todos sabéis, en esta vida nada es para siempre (decían tus ojos tristes nanana) y esto cambió hace unos meses, por motivos del destino me vi obligado a practicar algún deporte para matar el abundante tiempo libre que tenía y entonces fue cuando descubrí uno que al principio ni fu ni fa pero que ahora me apasiona y que no puedo vivir sin él: el correr.
La gente que sale a correr normalmente lo hace para perder unos kilos, para evadirse o simplemente para pasar el rato. Yo empecé a correr movido por uno de estos motivos, pero una vez que cogí el hábito empecé a interesarme por algo que no se ve a simple vista pero que para mi es la principal motivación para salir cuando tengo un rato y perderme con mi ipod cargado de buena música: la disciplina. El correr es un deporte que implica resistencia física y voluntad, nadie te dice qué hacer ni dependes de un equipo, estás tú solo y puedes parar en cualquier momento. Es una lucha constante contra nuestra naturaleza que nos súplica parar y descansar.

El correr lo veo como una prueba de voluntad y de disciplina. Luchas contra la vagueza o debilidad de tu cuerpo (o mente) que te dice que pares constantemente, solamente consigues hacer los objetivos marcados si mantienes la mente en blanco y tienes el suficiente control como para poder seguir sin obedecer las pasiones de tu cuerpo. El primer día llegas a X, el segundo a X+1, el tercero a X+2, etc... vas ganando resistencia con el tiempo pero aún así, si tu voluntad no es lo suficiente fuerte como para seguir tirando de ti aunque te duelan las piernas, no consigues nada. Al principio tu mente te intentará colar alguna que otra mala jugada y te dirá "para un ratito, ya lo conseguirás hacer del tirón mañana" pero si te dejas llevar por esta y tu voluntad no es fuerte para seguir, has perdido.
No creo que nadie se divierta corriendo o, al menos, no igual que jugando a un juego de equipo o practicando deportes donde haya más de una persona. Estás tú sólo con tu mente, si te mantienes constante aprendes a domarla y a controlar el poderío de tu voluntad sobre tu cuerpo. Es un deporte que creo que todo el mundo debería de practicar, al fin y al cabo, si tienes una voluntad fuerte puedes conseguir todo en esta vida y el correr te ayuda a tenerla. Ya decía Nietzsche que nada hay tan grato sobre la tierra como una voluntad sublime y fuerte.
De hecho, Chris McCandless (Alex Supertramp), también pensaba algo similar. Era el capitán del equipo de atletismo de su instituto y se tomaba esta actividad como un ejercicio espiritual, decía a sus compañeros que al correr estaban corriendo  contra las fuerzas de oscuridad (...) contra todo el mal en el mundo, todo el odio. Yo también creo que corremos contra unas fuerzas de la oscuridad, unas fuerzas que nos incitan a parar cuando todavía podemos hacer más y que nos atan más de lo que deberían de atarnos. Al practicar footing satisfactoriamente, uno es libre, impone su voluntad contra las ataduras que implica tener un cuerpo limitado. ¿Acaso diríais que una persona que no para de hacer lo que su cuerpo le manda pero que quiere hacer otra es libre? Una voluntad firme es una condición sine qua non para ser libre. Así que si queréis saber si sois realmente libres, marcaros de objetivo unos km e intentad hacerlos corriendo de un tirón sin parar. Suerte!