Hoy les quiero contar sobre uno de mis productos estrella. Ya les adelanté algo sobre él cuando escribí la serie de “Posts de novia”, les dejo acá la entrada sobre cuidado de la piel.
Básicamente, les vengo a contar porqué deberían incluir (ya!) este noble ingrediente en sus rutinas de belleza si les gusta cuidarse, tienen piel sensible como yo, y les gusta usar productos baratos y buenos.
Primero les cuento qué tiene de bueno:
- En Oriente, las geishas solían utilizar este almidón para realizar mascarillas y mantener su piel impecable y con tono uniforme. Sabrán del cuidado que en esa parte del mundo se le da a la piel. Incluso lo utilizaban como polvo (a la manera de un polvo volátil). De hecho, una marca, Palladio, lo sigue comercializando como polvo matificante:
- La harina o el almidón de arroz, tiene propiedades calmantes, desinflamantes, blanqueadoras y suavizantes. Por lo que se vuelve ideal para usarla en brotes de acné o para exfoliar la piel, incluso las sensibles.
- No es fotosensible, con lo cual, no produce manchas. Incluso la piel queda muy iluminada luego de hacer una mascarilla o exfoliar con este producto.
- Es muy barata y realmente necesitamos poco para utilizarla en cosmética. Su textura es suave una vez que se la ha preparado.
- Se puede utilizar también el agua de arroz como tónico. Hay dos maneras: una, reservando el agua de la cocción del arroz y guardándolo en la heladera hasta por 4 días y la otra, antes de cocinar el arroz, poner los granos en un colador y hacer caer agua filtrada sobre ellos, ese agua se reserva y se puede utilizar como tónico descongestivo. En el uso prolongado, minimiza el aspecto de los poros abiertos y da una apariencia más suave a la piel.
Como hago la mascarilla: mezclo una cucharada de harina de arroz con dos de agua filtrada o mineral, hasta lograr una pasta que se pueda extender por rostro y cuello. Dejo actuar 10 minutos y enjuago con agua tibia. No queda una mezclar homogénea, sino con pequeños gránulos que no llegan a disolverse. La mejor manera que encontré para aplicarla fue con la yema de los dedos.
La piel me queda hermosa, sobre todo cuando tengo brotes de acné, es increíble lo que desinflama y ayuda a cicatrizar. Cómo la uso como exfoliante: mezclo dos cucharadas de harina de arroz con tres de agua y realizo un masaje suave y circular por rostro, cuello y escote. En realidad, lo uso en todo el cuerpo una vez a la semana o cada dos semanas, depende de cómo note la piel.
Nota: en ambos casos, mascarilla y exfoliante, el agua filtrada puede ser reemplazada por agua termal o tónico. Traten de usar un tónico descongestivo o alguno que no tenga alcohol.
Es buena, bonita, barata y rinde cantidades, la verdad, no vuelvo a usar otro exfoliante!
El “plus” es que no contiene esferas de plástico como los exfoliantes de perfumería, y créanme que es muchísimo mejor para su piel. ¿Conocían este producto?
Espero que les haya servido la entrada, cuéntenme si lo prueban cómo les va. ¡Que tengan un excelente fin de semana! Nos leemos el lunes.
Besos, Maru.