El mejor River del año ganó ‘la final’ de la mano del Maestrico

Que era la ‘final anticipada’ no es ninguna novedad. Que River necesitaba superar una prueba como la que podía representar el puntero Instituto tampoco. Sí que el equipo de Matías Almeyda haya jugado un fútbol de alto vuelo y haya borrado de la cancha a los cordobeses, que lejos estuvieron de ser aquel líder que pasea su juego por la divisional semana tras semana. También lo es que una de las principales cartas de triunfo fuera el ‘Maestrico’ González, un jugador que debutó como titular en el torneo y que en los últimos partidos se convirtió en una pieza clave.

De principio a fin fue River el que impuso condiciones. Pero no vamos a comentar el partido sino a desandar el camino de los por qué River se pareció casi a la perfección al equipo que todos los hinchas esperaban encontrar a esta altura decisiva del campeonato.

La primera estuvo en la solvencia de Vega. Es verdad que los cordobeses casi no patearon al arco pero el arquero respondió de la mejor manera a un remate del peligroso Dybala cuando la historia estaba 0-0. La solvencia de Maidana, que sirvió para anular a los picantes puntas visitantes. El quite de Ponzio y la distribución de Cirigliano. La mejora que mostró el funcionamiento del tridente (sobre todo por el entendimiento de Cavenaghi y Trezeguet). Todo eso, en su medida, fue potenciado por el nivel de la figura de la cancha: el venezolano César González.

El nacido en Monagas viene arrastrando una serie de buenos rendimientos que lo hicieron escalar en la preferencia de Almeyda: fue titular en la Copa Argentina ante Quilmes en un equipo plagado de suplentes y participó en los dos goles del triunfo. Eso le dio el boleto para estar en el banco ante Huracán, partido en el que ingresó y metió el centro que terminó en el gol en contra que abrió el camino de la victoria. Y esa actuación lo puso, en lugar de Ocampos, en el partido más importante del año para River. Y vaya si le respondió al entrenador. Fue el que puso la pausa y el pase justo en el momento en el que sus compañeros se dejaban llevar por el aliento de la gente. Siempre decidió bien y participó activamente en el gol de la victoria habilitando a Cavenaghi. Una figura tan inesperada como necesaria para que el Millonario pasara por arriba a un líder y hacer soñar a todo un Monumental repleto.