Revista Coaching

El miedo al silencio

Por Falcaide @falcaide
El miedo al silencioNos da miedo el silencio. Y nos da miedo porque en el silencio se encuentran respuestas, muchas de las cuales son contrarias (a veces totalmente opuestas) a nuestra forma de vida, lo que nos produciría, primero, un gran shock emocional, y segundo, una gran ansiedad al obligarnos a tomar acción y cambiar, y por tanto, enfrentarnos a la incertidumbre; dejar atrás la inercia de la rutina, poner punto y final a un modo de vida para pasar a otro diferente.
Ya dejamos hace tiempo un post que decía: A veces me cito conmigo mismo... y no voy. Tiene sentido. Citarte contigo mismo implica quedarte a solas y poner las cartas sobre la mesa. Ser totalmente honesto y no disfrazar la Realidad, a menudo barnizada de EGO y apariencias sociales, y tal vez asumir que no estás llevando la vida que te gustaría, sino la impuesta por terceros, aunque tú te encargas de justificar oportunamente. Y es que como decía Lao-Tse, «el silencio es el grito más fuerte».
A veces la Adversidad, a la que tanto tememos, es una aliada en nuestro desarrollo personal; nos cita con nosotros mismos sin darnos oportunidad de escapatoria. Un accidente, una enfermedad, la muerte de alguien cercano... te hacen replantearte muchas cosas. Son «llamadas de atención», alertas para «tomar Conciencia» de que no estamos en la senda adecuada. Ya lo decía Pascal: «La desgracia descubre al alma luces que la prosperidad no llega a percibir» (ver ¿Quién sabe lo que los problemas pueden hacer por ti?). 
En cada persona existe una voz interior que todo lo sabe; que te indica siempre (aunque de manera sutil, con señales) por dónde avanzar. Existe dentro de cada individuo, pero nunca se manifiesta de manera brusca, sino con delicadeza. Cree tanto en la libertad individual, en la capacidad de elegir que todos tenemos, que sólo da indicaciones por dónde avanzar pero jamás imposiciones claras y contundentes. Deja que sea tú quien decidas, quien tenga la última palabra, aunque siempre está presente por si quieres recurrir a sus servicios.
Pero ojo: estar en silencio no es sólo estar callado; es algo más; es conectar con tu Yo más profundo, con tu esencia ¿Cómo conectar? Para Wayne W. Dyer (y la mayoría de los líderes espirituales) sólo existe una forma: a través de la meditación. Meditar, como decía Heidemarie Schwermer, autora de Mi vida sin dinero, no es otra cosa «que la conexión directa con alma»; y añade: «Meditar es calmar los pensamientos que revolotean en nuestra cabeza». Ese es uno de los grandes problemas: Pensamos mucho y sentimos poco. Los pensamientos, si no se controlan, te pueden torturar. Son esos monstruos mentales que hacen montarte películas en la cabeza en el que ocurre todo a peor. Merece la pena citar a Kahlil Gibran quien apuntaba: «Cuando llegues al final de lo que debes saber, estarás al principio de lo que debes sentir».
Hoy he vuelto a recordar a Osho y estas estrofas que ya dejamos por aquí:
Nunca estás lo suficientemente satisfecho con quién eres y con lo que la
existencia te ha dado pues siempre has sido distraído. Siempre has sido
dirigido hacia donde la naturaleza no ha pretendido que estuvieras. No te
estás moviendo hacia tu propio potencial.

Estás tratando de ser aquello que los demás quisieron que tú fueras, pero
eso no puede ser satisfactorio. Cuando no es satisfactorio, la lógica
dice, "Quizás no sea suficiente, busquemos más de lo mismo." Entonces vas
tras más, entonces comienzas a mirar a tu alrededor.

Y todo el mundo se aparece con una máscara que está sonriendo, que se ve
feliz, así todo el mundo está engañando a todo el resto. Tu también te
muestras con una máscara, así los demás piensan que tu eres más feliz; tu
crees que otros se ven más felices. La hierba se ve más verde del otro
lado de la cerca. Ellos miran tu hierba y se ve más verde. Realmente se ve
más verde, más espesa, mejor. Esa es la ilusión que crea la distancia.

Cuando te acercas, entonces comienzas a ver que no es así. Pero la gente
mantiene a los demás a distancia. Aún amigos, aún amantes se mantienen a
distancia el uno del otro; mucha cercanía sería peligrosa, podrían ver tu
realidad.

Y tú has sido mal orientado desde el mismo principio, así que cualquier
cosa que hagas seguirás sintiéndote miserable. Ves a alguien con mucho
dinero: piensas que quizás el dinero trae la felicidad. Miras a la otra
persona, qué alegre parece ser. Entonces corres tras el dinero. Alguien es
más saludable, corres tras la salud. Alguien está haciendo alguna otra
cosa y parece muy contento, síguelo. Pero siempre son los demás.
Como decía el conocido grupo de música Depeche Mode en una de sus míticas canciones, Enjoy the silence (Disfruta el silencio). El ruido, oculta; el silencio, revela.

* Hoy en Libros de Management (@librosdemanagem) puedes leer una Entrevista a Fernando Botella, autor del libro ¡Atrévete!: ¿Y si eliges ser feliz?; y también una Reseña de Donde tus sueños te lleven, último libro de Javier Iriondo.
                                                                                                                                                 Conoce mi nuevo libro «FAST GOOD MANAGEMENT» |http://www.fastgoodmanagement.com|

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