El misterio de Salem’s Lot es uno de los libros clásicos de Stephen King que se me había resistido hasta ahora, cuando he decidido acercarme al fin a esta gran novela del maestro del terror. A pesar de encontrarse entre mis escritores preferidos y haber leído gran parte de su obra, reconozco que todavía no he logrado leer toda su bibliografía, que es extensísima y no para de crecer. Pero tiempo al tiempo, que todo llegará. De momento, te dejo por aquí mis impresiones sobre todo lo que se cuece en el misterioso pueblo de Salem’s Lot.
Para empezar, y por si todavía no conoces la trama de El misterio de Salem’s Lot, te dejo una breve sinopsis: Tras una introducción en la que un hombre y un joven llegan a un pueblo, huyendo de algo o alguien al parecer, King salta a la vuelta de Ben (un escritor que tiene entre manos una nueva historia sobre una casa maldita) a Salem’s Lot, un pueblo en el que vivió de pequeño y donde experimentó una extraña y paranormal visión en la casa de los Marsten, un edificio sobre el que circulan oscuras y macabras leyendas que el lector irá descubriendo a lo largo de la historia. Ahora, esta destartalada y siniestra casa vuelve a estar habitada por dos misteriosos forasteros y una serie de desapariciones y sucesos extraños pondrán de cabeza a todas las familias del pueblo, condenadas a enfrentarse a un nuevo mal que amenaza con acabar con todo y transformar sus vidas en una auténtica pesadilla. Cuando Ben descubre que algo fuera de lo común está pasando, decide investigar estos acontecimientos y logra formar un singular equipo junto a una inteligente joven con la que mantiene un romance (bastante forzado en la historia, todo sea dicho), un ducho profesor de instituto, un sacerdote y un médico. ¿Conseguirá este grupo combatir al mismísimo demonio o sucumbirá Salem’s Lot al mal que poco a poco va impregnándolo todo?
Lo más increíble de todo es que esta es la segunda novela de Stephen King, lo cual quiere decir que este autor no necesitó mucha práctica para escribir así de bien y lograr escenificar ambientes tenebrosos y recrear situaciones terroríficas. Y todos los ingredientes típicos de sus obras ya están ahí: multitud de personajes cuyas vidas se van presentando a lo largo del libro, un protagonista que es un escritor acosado por sus propios fantasmas, un pueblo pequeño y tradicional perfectamente descrito y contextualizado y un mal desconocido subyacente que irá introduciéndose en las mentes y hogares de los personajes. A todo esto le sumamos capítulos de enfrentamiento cara a cara con el mal y escenas oníricas, además de pasajes sangrientos y escalofriantes y ya tenemos al King en estado puro que todos conocemos. Y eso que era un chavalín cuando escribió este libro…
Toda la obra es un guiño constante a Drácula de Bram Stoker, o una especie de actualización o reinterpretación de esta mítica novela, pero con mucho contenido nuevo y original, dando lugar a un libro único que debe estar en la estantería de cualquier asiduo al género de terror. El capítulo final cierra muy bien toda la historia y, en la versión que he leído con material inédito, es todo un plus el hecho de que se haya añadido material inédito del autor sobre esta obra, con cuentos o historias que profundizan más en lo que sucedió antes o después de lo narrado en El misterio de Salem’s Lot en este pueblo que, al parecer, siempre estuvo maldito.
Como era de esperar, este libro de Stephen King ha cosechado la fama que tiene por algo y, para mí, es de obligada lectura para los seguidores del de Maine. Antes o después, tendrás que armarte de valor y poner un pie en Jerusalem’s Lot, más conocido como Salem’s Lot. ¡Suerte!