En 2011, unos investigadores observaron algo que tendría que ser imposible, una proliferación masiva de fitoplancton creciendo bajo hielo marino ártico, en un ambiente que debería haber sido demasiado oscuro para cualquier cosa que necesitara la fotosíntesis para sobrevivir. Así pues, ¿cómo fue posible esta proliferación?
Usando modelado matemático, el equipo internacional de Chris Horvat, de la Escuela John A. Paulson de Ingeniería y Ciencias Aplicadas (SEAS, por sus siglas en inglés), de la Universidad Harvard en Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos, ha encontrado que el responsable de este llamativo fenómeno podría ser el adelgazamiento del hielo marino ártico. Si lo es, cabe esperar más proliferaciones masivas como esta en el futuro, causando posiblemente una notable alteración en la cadena alimentaria del Ártico.
El fitoplancton sustenta toda la red alimentaria ártica. Cada verano, cuando el hielo marino retrocede, la luz solar que incide sobre las aguas abiertas desencadena una enorme proliferación de plancton. Estas concentraciones atraen a los peces, que a su vez atraen a depredadores mayores y proporcionan comida para las comunidades humanas que viven en el Ártico.
El fitoplancton no debería poder crecer bajo el hielo porque este refleja la mayor parte de la luz solar de vuelta al espacio, impidiendo que alcance al agua bajo él.
Pero con el transcurso de las últimas décadas, el hielo ártico se ha hecho más oscuro y delgado debido a temperaturas cada vez más cálidas, permitiendo que más y más luz solar penetre hasta el agua debajo de él. Se han incrementado las grandes lagunas oscuras de agua en la superficie del hielo, conocidas como lagunas de deshielo, que disminuyen la reflectividad del hielo. El que permanece helado es delgado y cada vez lo es más.
El modelado matemático del equipo de Horvat indica que si bien las lagunas de deshielo aportan condiciones que propician las proliferaciones, el mayor responsable es el grosor menguante del hielo.
Hace 20 años, solo entre el 3 y el 4 por ciento del hielo marino ártico era lo bastante delgado como para permitir que proliferaran grandes colonias de plancton bajo él. Hoy en día, la situación es muy distinta: se ha comprobado que casi el 30 por ciento del océano Ártico cubierto de hielo permite dichas proliferaciones en los meses de verano.